QUERER A LA PATRIA.-Es algo más que juntarnos para celebrar el fallo del Tribunal de La Haya. Cierto, eso nos ha hermanado, una asignatura esencial en aquel Frente que llegó a juntar voluntades e ideales de un pueblo sediento de democracia, y es estimulante, pero se necesita por encima de todas las cosas, ser exigentes al máximo con nosotros mismos en lo referente a la honestidad, rendimiento laboral, jefatura familiar, pelear por un trozo de dignidad, incomodarse con el sometimiento, sentirnos capaces de edificar una sociedad diferente, no drásticamente carcomida…Podemos gritar, levantar nuestros brazos, crispar los puños, y mostrar nuestro júbilo en este momento tan importante, y está bien, pero lo que la patria necesita, es lo otro, lo reivindicante.

EL CINISMO.-Se ha convertido en una bandera para los que se auto-califican como "astutos" o "vivitos"…Son los que se acomodan sin que les duela la columna de tanto doblarse, o doblegarse, y hasta se jactan de los privilegios que disfrutan a cambio de su deterioro, lo que es un precio muy alto…Nunca serán leales, y estarán listos para cambiar de acera en caso de algo inesperado, encontrando mil excusas para justificar su oportunismo…Se les conoce en todos los sitios, principalmente donde trabajan, y son señalados con cierto desprecio, perdiendo todo respeto…Les vale, porque carecen de escrúpulos, y por supuesto, son siempre "no confiables" hasta para los que le sirven. Pero se adaptan a lo humillante.

TIENE QUE REGRESAR.-El sentimiento de vergüenza que en otras épocas, nos lo inyectaban nuestros padres, y que permitió que creciéramos y nos desarrolláramos en otro tipo de sociedad, más potable…Hoy, la vergüenza, desnuda y enclenque, ha huído despavoridamente del paisito para abrirle paso a esta desfachatez que golpea y distorsiona a las nuevas generaciones…Vivimos momentos aciagos, en que nada nos avergüenza, ni siquiera vernos envueltos en los mayores escándalos, así nuestros propios hijos sean espectadores en primera fila, acostumbrándose a eso…Cuando la autoestima en lo moral se pierde, nos convertimos en factores multiplicadores de esta corrupción galopante, que como dijo una vez el Cardenal hace tanto tiempo, va desde el pequeño casi insignificante, hasta el más grande.

UN OJO DE LA CARA.-Costará a los colombianos ir al Mundial de Brasil si su equipo clasifica. La revista semana publica que de acuerdo a las propuestas circulando, la primera opción, con un partido de primera fase, cuesta 1,999 dólares, que cubre el viaje durante tres noches y cuatro días. Otra posibilidad es la de tres partidos también de la primera fase, 14 noches y 15 días por una tarifa de 6,500 dólares. Otro plan de 31 noches y 32 días, es decir todo el mundial, tiene un valor que oscila –según el hotel, la ciudad y la boleta- entre 33,500 dólares y 61,600 dólares y permite la entrada a siete encuentros: tres de la primera fase, uno de octavos de final, uno de cuartos de final, una semifinal y la final. Y la ultima, de siete noches y ocho días, es para asistir a una de las semifinales y la final a un costo que va desde 14,000 a 20,500 dólares.

NO HAY REFLEXION.-Y eso es lo más triste, nuestra facilidad de adaptación, el poco o inexistente interés a ser diferentes…Terminamos atrapado por un sistema al cual no pueden escapar ni los poderosos política y financieramente, porque forman parte de él como agentes de intensa actividad, y lo disfrutan…Hay tantos que no parecen percatarse que valen por las posiciones en que son colocados, en la mayoría de las veces equivocadamente, y que eso es transitorio, porque una vez que salen, el supuesto respeto, desaparece casi al instante como todo lo falso…Restaurar los valores morales en una sociedad tan eficientemente descompuesta, es un tarea paciente y titánica, mucho más difícil que salir de la pobreza, pero no hay que retardar el momento de comenzar, y eso sólo se hace posible en la familia.

TIJERETAZOS.-Me voy a perder por nueve días porque salgo hacia Nueva York y West Palm Beach para estar con mis hijas Tamara y Tania. Asi que me disculpan, pero esos momentos de felicidad, no tienen reemplazo…Me voy estando pendiente la impresión de mi libro "De Cayasso a Nemesio", programado para ser presentado el día 17, gracias al esfuerzo de Carlos Rivera y su equipo en Inpasa…Pensaba hacer la presentación en El Estadio, pero las condiciones son difíciles, y la haré en el Aula Magna César Jérez en la UCA, agradeciendo al Lic. Róger Uriarte…René González del Instituto de Cultura Hispánica será el encargado de la organización con el apoyo de Mirna Valverde…Regresaré con ésta columna después de la Gritería, siempre con entregas lunes, miércoles y viernes en esta etapa de envejecimiento acelerado…Me queda pendiente el aguinaldo de la jubilación, ya comprometido en este viaje por American Airlines, empresa que tiene años de apoyarme…Espero que durante el viaje, los colombianos tiren la toalla y se resignen porque como dice Mauricio Herdocia, no hay nada que discutir…Ah, los invito para escuchar cantando rancheras a Luis Enrique Mejía Godoy en Ruta Maya el 1 de diciembre.