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"Colombia terminará por acatar fallo"

Managua. Radio La Primerísima. | 24 noviembre de 2012

El anuncio de Colombia de que podría rechazar el fallo de la Corte Interncional de Justicia (CIJ) se basa en problemas internos de ese país y más temprano que tarde terminará por cumplir "porque no puede apuntar a otro lado", expresó este sábado el historiador Aldo Díaz Lacayo en entrevista exclusiva para Radio La Primerísima.

¿Hacia dónde apunta el desacato que está teniendo Colombia al no aceptar el fallo de la CIJ?

Simplemente, a crear cierto ambiente internacional favorable a su decisión, nada más, porque no puede apuntar a otro lado. Colombia "anunció" no aceptar, una cosa es anunciar y otra cosa es rechazar. ¿Qué le queda a Colombia? ¿Le queda a Colombia continuar en esa posición? Probablemente sí, mientras logre que las aguas políticas internas en Colombia tomen su curso normal, y entonces va a aceptar. ¿Cuánto tiempo tomará eso? No es predecible, pero en mi opinión va a ser muy corto. No puede ser mucho tiempo.

Entre más efervescencia política interna haya en Colombia, es más grave la situación política propia del presidente Santos. De manera que él tiene que ir buscando el equilibrio para que las aguas políticas regresen a su cauce normal y él pueda continuar en la presidencia y, sobre todo, en la búsqueda de la reelección que es su verdadero objetivo político interno.

Desde el momento que el gobierno de Colombia anuncia que no va a acatar el fallo de la CIJ, el contencioso deja el ámbito del derecho internacional y pasa al ámbito político, en este caso concreto y en lo internacional, al ámbito diplomático. En el caso interno de Colombia, el conflicto también es político.

¿Por qué el gobierno colombiano decide anunciar no acatar el fallo? Por problemas políticos internos. En ese caso, el ámbito político a lo interno, es la lucha entre las distintas facciones del establecimiento político colombiano.

Esa lucha se da, primero, en el sector militar. Porque ese sector se siente cercenado en el ámbito de la seguridad que a él le corresponde. Segundo, en el ámbito partidario, porque algunos partidos políticos, sobre todo el del expresidente Uribe, están tratando de agarrarse de ese tema para reivindicarse políticamente. No lo está logrando, al contrario, parece que esa posición se le está revirtiendo en su contra. Y también está el ámbito propio de San Andrés, que también es político, porque San Andrés es un departamento de Colombia. Algunos ciudadanos de San Andrés, no todos, se están oponiendo al fallo.

Ahora, pasemos al ámbito internacional, diplomático. ¿Qué está tratando de lograr Colombia en ese ámbito? Una sola cosa: que se le acepte su anuncio de no aceptar el fallo - algo imposible, mucho menos en el contexto latinoamericano, porque la mayoría de los países tienen todavía conflictos fronterizos y eventualmente podrían recurrir a la Corte Internacional de Justicia. Ya hay un caso concreto que está pendiente de fallarse, que es el caso Perú-Chile. Nadie en América Latina podría estar de acuerdo en aceptarle a Colombia no asumir el fallo de la Corte Internacional de Justicia.

Ellos creen que más allá de América Latina podrían lograr algunos apoyos. Yo lo veo dificilísimo, porque como bien lo han dicho todos los especialistas del derecho internacional, aceptar que alguien desista de asumir un fallo de la CIJ implica ir contra el derecho internacional.
Nicaragua también puede recurrir, y a lo mejor va a recurrir, a la parte diplomática, justamente con el objetivo contrario: para que se obligue a Colombia a cumplir con el fallo.

¿Qué pasaría si se involucra al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en caso de que continúe el desacato de Colombia?

Uno podría perfectamente decir "bueno, si no aceptas el fallo, voy a mandar cascos azules al Caribe para preservar los derechos de Nicaragua". En la práctica no se va a dar eso. Por la sencilla razón de que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas también tienen jueces en la CIJ, que también son permanentes. Los otros diez miembros del Consejo de Seguridad también estan representados en la CIJ. Va a ser muy difícil, porque hay una equivalencia casi perfecta entre los poderes representados en el Consejo de Seguridad y los jueces representados en la CIJ.

¿Qué opina de la unidad que han mostrado todos los sectores de la sociedad en apoyo al reclamo de Nicaragua contra Colombia?

La unidad en torno a este tema en Nicaragua no es nueva, no se da a raíz del fallo. Como bien lo dijo el presidente Ortega, esta unidad se puso de manifiesto desde el momento mismo en que nadie rechaza la declaración de invalidez que hizo el país del tratado Bárcenas-Meneses Guerra en febrero de 1980 hasta el fallo del lunes pasado. Es una continuidad de 32 años. En ese punto, ha habido unidad permanente. Se puso de manifiesto el 19 de noviembre con la presencia en el acto de todos los expresidentes y excancilleres, pero no parte de allí.

Todas las fuerzas políticas de Nicaragua están demandando al gobierno que tome acciones políticas internacionales y nacionales para hacer cumplir el fallo, incluso están demandando que los sectores oficiales hagan presencia objetiva en el Mar Caribe que nos restituyó la CIJ.

¿Cree usted que se mantendrá la unidad de todos los partidos en el país para que se cumpla la resolución?

Ninguna fuerza política nacional, ningún movimiento social, ninguna ONG, oficialmente puede arriesgarse a quedar aislada, y peor, de ser señalada de antinacional. Distinto es el caso de algunos miembros de algunos partidos, movimientos y ONGs que quieren aprovechar la circunstancia para decir que "esto va a afianzar aún más el poder de Daniel Ortega", lo cual es una barbaridad.

¿Cree que existan intereses ocultos de Estados Unidos por la ubicación geográfica del nuevo territorio?

No. No creo. Sí creo que Estados Unidos tiene una relación simbiótica con Colombia, tanto militar como política, pero no creo que después de un fallo tomen una posición adversa a ese fallo. Me parece muy "cuesta arriba". Lo que sí creo, y estoy casi seguro que así va a ser, es que los Estados Unidos tienen que modificar su política naval en el Caribe a partir del fallo porque no pueden tratar con Colombia, tienen que tratar con Nicaragua.

¿Qué representarían estos cambios?

Ampliar los acuerdos que ya tiene con Nicaragua o hacer nuevos acuerdos.

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