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EDICCION ESPECIAL POLICIA 2012
EDICCION ESPECIAL EJERCITO 2012

FINALMENTE, EL GOLPE.- Latinoamérica amaneció el miércoles 6 de marzo sin el General Hugo Chávez. Su muerte, a los 58 años, persiguiendo con obstinación la construcción de un mito, establecido ya como el más grande caudillo anti-imperialista desde Fidel, de esta parte del continente que aún reza en español, golpea un proyecto de solidaridad que dependía de su esfuerzo, y que nos incluía como país…El apoyo de Chávez fue decisivo para Daniel y muy útil para los intereses populares que se beneficiaron de diferentes maneras, luego de haber sido prácticamente ignorados mientras la brecha con los privilegiados se ampliaba…Las huellas que deja Chávez, son imperecederas. Trascendió tanto como se lo propuso, hizo historia y con su muerte, abre retos para varios liderazgos después de proporcionarles un gran soporte. Ahora veremos cómo se manejan.

EL MEJOR LIBRO.-Sobre Chávez, graficándolo en su forma de ser, crecimiento político y sus intenciones, es según muchos que dominan el tema, "El poder y el delirio" escrito por el historiador mexicano Enrique Krauze, acostumbrado a no otorgar concesiones, y publicado en los últimos días del 2008…En sus páginas, se detalla su acercamiento con Fidel Castro y la admiración que siempre le tuvo, la pérdida de aquel referéndum que engrandeció al líder universitario Ian Goicochea, la idolatría por Bolívar y su manejo, su forma de discursear, el 012tratamiento a lo religioso, su enfrentamiento con los medios, y sobre todo, su delirio por retener el poder…Se trata de una combinación de lo biográfico, con enfoques hábiles, oportunos y objetivos, con ese estilo que ha identificado a Krauze en sus diferentes obras, incluido "Los Redentores", libro en el cual, entrega un capítulo sobre Chávez.

SEGÚN KRAUZE.-El acercamiento de Fidel Castro con Chávez fue paulatino. Fidel condenó el golpe de Chávez, pero en prisión Chávez soñaba con su héroe de juventud, con su héroe de siempre, quería explicarle las razones idealistas, elevadas y revolucionarias de su fallida insurrección. Su sueño se hizo realidad en diciembre de 1994 y rebasó todas sus expectativas. Fidel lo esperó " en gloria y majestad, personalmente, al pie del avión", dándole tratamiento de jefe de Estado. Chávez tenía entonces apenas 2% de aprobación en las encuestas y pregonaba la abstención electoral. Al recibir a Chávez de esa manera, Castro hacía patente su enojo con el presidente Caldera (que acababa de entrevistarse con su violento opositor de Miami Jorge Mas Canosa). Así comenzó el deslumbramiento y la seducción…A Fidel, un viejo zorro, no se le puede haber escapado el efecto que causó en Chávez".

"NO SOY MESIAS".-Otro párrafo de Krauze: Su compañera Herma Marksman vio que un "fulgor mesiánico" se había apoderado de su antiguo compañero. Y según su propio amigo revolucionario William Izarra, Chávez "estaba convencido de tener que cumplir una misión terrenal guiada por una fuerza superior al ser humano". No sin reticencias Chávez desmentía esa imagen: "Yo no creo en mesías y por lo tanto no lo soy, ni creo en caudillos, aunque de mi se dice que soy eso…Yo no sé si lo soy, a lo mejor hay un poco de eso, pero tengo la conciencia de que solo ni a la esquina". El caudillo heroico sirviendo al colectivo, el colectivo identificado con el heroico caudillo. Ser como "el todo". Esa era su interpretación del librito aquel que había logrado sobrevivir a los años y los huracanes.

LA NECESIDAD DEL HEROE.-Más allá de la viñeta sobre Bolívar –agrega Krauze-, hay una vigencia de Carlyle en el régimen bolivariano y, sobre todo, en la mente y la actitud de su líder máximo, en el concepto del "héroe" como actor central y casi único de la historia. La revoluciones –pensaba Carlyle-necesitan del "héroe", un "héroe" sin dudas ni miramientos, un "héroe" capaz de darle nuevo sentido a la vida colectiva, al "colectivo", como diría Chávez. Sobre su fe trascendental en el "gran hombre" , Carlyle acuño esta frese marmórea: "El culto de los héroes es un hecho inapreciable, el más consolador que ofrece el cada vez más retorcido mundo de hoy…La incredulidad sobre los grandes hombres es la prueba más triste de pequeñez que puede dar un ser humano". Es decir, la historia tiene solo dos protagonistas: el "héroe" adorado y el "colectivo" adorador…En su régimen, el "héroe" era el mismo Chávez.

EL FACTOR CARISMA.- Aquí tienen otro apunte interesante: "Democracia significa la desesperación de no encontrar héroes que te gobiernen, y es la competitiva forma de sufrir esa ausencia". Carlyle no creía en las elecciones ("el caos provisto de urnas") y detestaba los parlamentos ("bolsas de viento") y veía grandes ventajas en el poder personal vitalicio…Desde antes de asumir el poder, Hugo Chávez, su llanero sucesor, defendió también la necesidad del líder carismático: "El caudillo es el representante de una masas con la cual se identifica, y al cual esa masa reconoce sin que haya un procedimiento formal, legal de legitimación". "Esto no tiene otro nombre que una revolución", había dicho en su discurso inaugural, y lo había cumplido. "Revolucionario antes que bolivariano", predicaba hacer tabla rasa con todo el pasado posterior a la muerte de Bolívar y anterior a su propio ascenso y equiparaba la dictadura militar con la democracia.


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