Por María Elsa Suárez

Fallece Mary Saino de Caldera, primera Química y farmacéutica de Nicaragua

Falleció el lunes en Managua Mary Saino de Caldera a la edad de 90 años. Doña Mary Caldera fue esposa del caricaturista Petronio Caldera con quien procreó cuatro hijos María Elena, Erick (qpd), Ana Cecilia y William Caldera Saino. 11 nietos, 10 biznietos. Fue la primera mujer en ingresar al Instituto Ramírez Goyena cuando en Nicaragua el privilegio era sólo para hombres. Fue la primera mujer del país Doctora en Química y Farmacia graduada en la UNAN-León. Fue fundadora y propietaria de la Farmacia San Antonio de la vieja Managua donde vendía cremas de belleza elaboradas por ella misma pues se especializó en cosmetología y revolucionó en ese momento con medicamentos para la cura del acné o reductores de celulitis entre otros. Recibió en Estados Unidos un curso de Física Nuclear. Doña Mary, descendiente de padres italianos. escribió el libro de poesía "Incensiario a tu dolor Nicaragua" el que tuvo éxito en Venezuela y Miami. En 1975 recibió la Medalla de Oro en el campo profesional en el Año Internacional de la Mujer. Vivió en Venezuela en la década de los 80 y regresó a Nicaragua en los 90. Era miembro de la Mesa Redonda Panamericana de la cual fue electa Mujer del Año y le rindió un homenaje en la Funeraria Don Bosco desde donde saldrá hoy miércoles a las 10 de la mañana al cementerio general donde recibirá cristiana sepultura. Nuestras condolencias a la familia.

POEMA PARA LA IGLESIA DE SAN ANTONIO

Hoy destruido por el terremoto del 23 de Diciembre de 1972

Es el mismo sol… pero es otra calle… en mi mente veo tus dos torres chicas que se iluminaban, al ponerse el sol los arcos de puertas, y en tus columnas, mármoles pintados que eran un amor… La Virgen de Fátima, rodeada de rostros de las niñas buenas. Maritza Solórzano que se fue contigo para acompañarte… Iglesia querida llena de partidas, las flores, las sedas, los tules, y mis dos hijitas el día de sus bodas… y entre los celajes de tardes queridas, la emoción muy honda de saber que en ti entre muchos cirios y entre muchas velas, los jueves, las buenas mujeres iban a rezar, y siento en el aire el olor de incienso que a mis oraciones llevaba en ascenso, y pensar que fuiste piedra realizada, y ahora te esfumas entre los recuerdos de las brumas mansas y en la tierra hoy árida, quedan tus fantasmas…

Mary de Caldera
Junio 20 de 1984