Por Wilfredo Navarro

Reflexiones para una campaña electoral

II PARTE

Jefe y Equipo de Campaña

Cuando el Jefe de la Campaña o cualquiera del equipo hable pesimistamente en público, no puede seguir en ese cargo ni ser parte del equipo.Nunca puede ser Jefe de Campaña o miembro del equipo de campaña el que haya sido aspirante a la candidatura.Todo Jefe de Campaña debe estar claro de lo siguiente: si se gana es porque el candidato era bueno, pero si se pierde es por culpa del Jefe de Campaña.El Jefe de Campaña no debe competir en ningún aspecto con el candidato y debe apoyarlo permanentemente.El Jefe de Campaña debe identificarse plenamente con la estructura del Partido y trabajar con ella. Es un elemento vital que la estructura del Partido lo acepte y no lo tengan como extraño. El Jefe de Campaña debe participar en las actividades del candidato, para sentir la campaña. No debe quedarse solamente en sus oficinas planificando o diseñando "estrategias".

En la campaña desde su inicio, todo es campaña. Nada fuera de la campaña. Todo lo que se hace, hay que vincularlo a la campaña.En campaña el tiempo es escaso y vital. El "lo voy a hacer mañana" o "Mañana comienzo" es señal de que no se está listo para ganar.No hay peor error que menospreciar al contrario. En una campaña electoral no hay enemigo pequeño. Menospreciar a un contrincante es un error que se puede pagar caro.Se deben fijar las ideas principales de la campaña, desarrollando ejes de comunicación para ellas. Hay que racionalizar lo que se quiere comunicar. No se debe dar todo de una vez, se pierde el hilo conductor de la comunicación y el mensaje.

Se debe quedar claro que el Jefe de Campaña es uno, aún cuando tenga sus asesores. No se puede dar la idea de que hay más de uno porque se disloca la campaña y se rompen los vasos comunicantes que llevan la visión de una sola campaña con éxito.La campaña debe ser una, independientemente de la naturaleza de la elección o de las alianzas electorales. Pretender dos campañas en una, es fatal y se condena todo lo actuado al fracaso.Ningún miembro del equipo de campaña ni el candidato, puede ni deben expresarse indebidamente del Partido que lo apoya, ni de la campaña, mucho menos de los otros candidatos del Partido o Alianza.

Debe existir armonía, buen ambiente de trabajo y excelente coordinación entre los miembros del equipo de campaña ya que como tal son los responsables del buen desarrollo del trabajo electoral. Su mal desempeño afecta la imagen del candidato, ya que una actividad mal organizada es criticada por los votantes que a ella asisten.Todos los involucrados en la campaña deben estar conscientes e internalizar que cualquier actitud impropia perjudicará de cualquier manera al candidato.

Con Respecto al Partido:

Siempre habrá quienes creen que pudieron ser mejores que el candidato y siempre estarán tratando de perjudicarlo, así como a la campaña. No hay que acercarlos.Los adversarios del candidato están en los otros partidos, muchos enemigos los tiene en su Partido.El candidato puede estar haciendo una buena campaña, pero de nada le servirá si su gobierno o partido está tomando decisiones percibidas como no adecuadas.Se "debe" procurar hasta donde se pueda una "cordial" relación con los medios de comunicación. Es importante para evitar altercados y roces con la prensa. Pero debemos estar claros que los medios tienen sus propios intereses políticos y económicos (Ver recomendaciones finales sobre los medios).La preparación adecuada del lanzamiento del candidato, es uno de los puntos vitales de la campaña. Una vez escogido el candidato todos en el partido deben apoyarlo. Esto es fundamental para el éxito de la campaña y el triunfo electoral.El Partido y su organización son columna vertebral del triunfo. Todos los líderes del Partido deben estar en sintonía con el candidato y poner sus liderazgos a su servicio para proyectarlo.

Colaboradores:

No todos los que se te acercan a ayudarte, verdaderamente tienen la voluntad de hacerlo.No todos los que comienzan en las campañas terminan en ella.Muchos de los que se acercan al candidato creen que saben todo en política y menosprecian el trabajo de otros.Los oportunistas se aparecen a lo largo de la campaña, adulan y ofrecen apoyo, hay que saber mantenerlos a distancia.

Las Encuestas:

Hay encuestas que sólo tienen un objetivo: descalificar candidatos y potenciar a otros.En Nicaragua, las encuestas electorales han perdido credibilidad, pues se han convertido en un instrumento de propaganda electoral más que en una herramienta científica de trabajo.No se debe hacer mucho caso de las encuestas que publican los medios. Se debe establecer un sistema de encuestas propio, hechas técnicamente para estar conscientes de la realidad y readecuar en su caso las estrategias. Se debe dar a conocer nuestras encuestas para desmentir las encuestas pagadas para hacer campaña y propaganda a los otros candidatos.

Otros Temas:

El ser candidato de Gobierno hace creer a muchos de los que se te acercan que hay recursos ilimitados y que cabe el derroche.Cuando se es candidato de gobierno, la gente exige más de él, en materia de recursos económicos, regalos, donaciones, etc.

Recomendaciones Finales:

Dejemos los esquemas viejos de hacer política. Las ideologías y las visiones teóricas de la realidad ceden antes una visión más pragmática de la política. La agenda deberá estar fijada por las necesidades concretas de la gente, por sus cosas de corto plazo.

No debemos olvidar que la prensa, televisión y radios están llenas de periodistas militantes, que buscan tu lado flaco para hacerte quedar mal y siguen, no la temática que te interesa, sino una dirigida por sus jefes y editores. Todos los medios tienen sus propios intereses económicos y políticos, por lo que contratan periodistas militantes o los obligan a seguir la línea del medio de comunicación. Los medios son interlocutores para transmitir lo que pasa en la sociedad, pero que no se nos escape que ante todo son negocios, por lo que nunca arriesgarán sus intereses económicos. Son un grupo más de presión en una sociedad democrática.En esta modernidad el político dice con su cuerpo y su rostro, más de lo que dicen sus palabras. El entorno en que aparece su imagen importa tanto o más que su discurso. La imagen habla con un lenguaje que no entienden los que solo saben usar palabras.