Cementerio de San Pedro sería panteón para grandes personalidades

La Asamblea Nacional será quien decida los personajes que se sepultarán en el cementerio San Pedro, de acuerdo a una iniciativa para declararlo "Panteón Nacional de Nicaragua". Sería un cementerio más y la alcaldía de Managua, dueño del mismo no tendría esas facultades, comentó Clemente Guido, director de Patrimonio Histórico de la comuna.

Se violaría Ley de Patrimonio Cultural de la Nación

Para activarlo como cementerio, tendría que aprobarse un reglamento de uso y modificaciones, para no contradecir ni violar la Ley de Patrimonio Cultural de la Nación, prerrogativa que ostenta este cementerio, dijo Guido respondiendo a una consulta solicitada por el diputado Mario Valle, presidente de la comisión de cultura del parlamento.

Quien lo administre deberá indemnizar a la alcaldía

El decreto no establece a quien correspondería la administración del cementerio, si a la Asamblea Nacional, el Poder Ejecutivo o a la alcaldía, que siempre lo ha administrado. Guido aclaró que si la Asamblea Nacional pretende administrarlo, deberá indemnizar a la alcaldía de Managua por el valor catastral e histórico del Cementerio San Pedro, pues se estaría despojando al municipio de un bien inmueble de su propiedad desde el siglo XIX. Guido comentó que en el decreto deberá incluirse una partida presupuestaria de 500 mil córdobas anuales para su mantenimiento. El cementerio San Pedro fue el primero que existió en Managua.

La iglesia católica decidía los entierros

En 1862, durante el segundo período presidencial del General Tomás Martínez, se llevó a cabo un convenio con la Iglesia Católica, en la cual se regulaba la construcción y funcionamiento de los cementerios de Managua.

La iglesia Católica escogía a los ciudadanos que deberían enterrarse en el cementerio. Se cuenta que no se permitió enterrar en el cementerio San Pedro a Enrique Gottel, de origen alemán, porque pertenecía a la masonería, considerada diabólica. Gottel creó un periódico en Nicaragua y sus restos descansaron finalmente en el cementerio San Pedro.

Este derecho fue abolido por el gobierno liberal de José Santos Zelaya, quien secularizó los cementerios. Los restos del General Zelaya yacen en este cementerio. Este camposanto consta de 789 tumbas, de las cuales solo 152 han sido identificadas.

Se cuenta que existía la tradición de llevar litros de aguardiantes al cementerio para repartirlos entre los acompañantes de los sepelios. Ello originaba que frecuentemente se quedaran algunos ciudadanos dormidos sobre las lápidas en completa estado de embriaguez, hasta la medionoche que despertaban en el camposanto. Esta costumbre fue prohibida por las autoridades a principio del siglo XX.