Embajador desea paz y prosperidad para Nicaragua

Hoy conmemoramos el día –hace 520 años- en que se rompió la cosmovisión antigua, que consideraba el Atlántico el fin del mundo y se dio paso a una historia común entre España y gran parte de América.
Este año también celebramos el bicentenario del ocaso del Antiguo Régimen en España con la Constitución de Cádiz y la consagración de ideas entonces revolucionarias y que son la base de nuestro Estado de Derecho.
En un mes se reunirá en Cádiz la XXII Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, precisamente para reivindicar el legado de las Cortes de Cádiz y su proyección al futuro. La Comunidad Iberoamericana, hoy de Estados soberanos, libres e iguales, unidos por la Historia, el presente compartido y el anhelo de un futuro mejor para sus pueblos.

Para mi mujer Clarissa, nuestros hijos y para mí, es ya la segunda vez que tenemos la fortuna de celebrar esta fiesta en Nicaragua, un país al que llegamos hace apenas 14 meses y en el que hemos encontrado la proverbial hospitalidad y amabilidad por las que es reconocido este país.

La situación actual europea se remonta a una crisis financiera, que empezó en EEUU en 2009 y afecta seriamente a mi país, que tiene que sanear su sistema financiero y sobre todo dar solución a la cifra insoportable de desempleo y notablemente entre los jóvenes altamente cualificados que buscan trabajo por primera vez.

Pero quiero decirles que mi gobierno, que cuenta con una mayoría parlamentaría muy amplia, ha emprendido una serie de reformas y de medidas de ajuste necesario, explicando a la población que se enfrenta a un periodo de sacrificios justamente compartidos y que combinadas con medidas imprescindibles de estímulo a la actividad económica, son la única vía que nos permitirá recuperar una senda de crecimiento económico sano y sostenido.

La economía española cuenta con fundamentos sólidos, es una economía diversificada, con empresas punteras en numerosos y variados sectores y compañías que son líderes mundiales. La crisis acelera la internacionalización de la empresa española –la grande ya lo hizo y varias están en Nicaragua- y cada vez más empresas pequeñas y medianas abren mercados, también en Nicaragua.

Seguimos siendo la cuarta economía de la zona euro, con una Renta media anual superior a los 30.000 dólares, el décimo inversor mundial y el segundo en Iberoamérica, solo tras EEUU.

Un país con una riqueza cultural desbordante y que nos convierte en el segundo destino mundial del turismo, como también el segundo país del mundo con más patrimonio UNESCO.

Y un elemento de riqueza y de posicionamiento mundial clave, que es el español, el segundo idioma internacional más hablado en el mundo, por más de 500 millones de personas y con un crecimiento realmente notable.

Unas condiciones que nos permiten augurar una recuperación en un plazo prudente y sobre la base de reformas en España y en la Unión Europea que ya están en marcha y que siguen las sabias palabras de Ortega y Gasset al referirse a que la solución es Europa, en este caso más Europa, profundizar y acelerar el proceso de integración, como ha sido siempre el caso en momentos de crisis. Lo hemos hecho antes y lo sabremos hacer de nuevo.

Por eso me sorprenden a veces informaciones y opiniones que publican algunos medios de este país, que se hacen eco de comentarios tergiversados e interesados. No hay que perder la perspectiva de la realidad.

Pero este año transcurrido también ha sido un año extraordinario en cuanto a la relación bilateral entre España y Nicaragua.

Desde la visita de S.A.R. el Príncipe de Asturias en enero con motivo de la toma de posesión presidencial se ha fraguado una agenda bilateral de viajes y visitas que no tiene parangón en ningún otro año y que es reflejo del excelente momento que atraviesan nuestras relaciones, de por sí siempre estrechas.

Han viajado a España el Canciller, el Comandante Arce y el Jefe de las FFAA y en el marco de las reuniones ministeriales de la Cumbre de Cádiz, los Ministros de Presidencia, Gobernación, Comercio, Transporte y OOPP, Viceministro de Educación, de Cooperación, Procurador General de la República, Ministros de la CSJ y en breve Vicepresidenta de la Asamblea Nacional y Directora de la Policía Nacional. Esperamos cerrar con la asistencia del Presidente Ortega a la Cumbre de Cádiz el 16 y 17 de noviembre. De España hemos recibido en julio, además, la visita del Presidente del Senado.

La cooperación española, con un gran esfuerzo y a pesar de los últimos años de crisis, ha superado los 100 millones de dólares anuales durante más de 10 años, una muestra del compromiso estable, sincero y permanente de mi Gobierno con los objetivos y las estrategias del Gobierno de Nicaragua. Hoy, pese a las restricciones presupuestarias que afectan también a nuestra cooperación, Nicaragua sigue siendo un país prioritario para nosotros.

Pero nuestras relaciones también son –cada día más- económicas y comerciales y las empresas españolas ya presentes en Nicaragua y otras muchas con el propósito de llegar pronto quieren acompañar a este país en su crecimiento para crear riqueza y puestos de trabajo regulares. En este sentido quiero reconocer el esfuerzo del Gobierno de Nicaragua por resolver algunos contenciosos -como se dan en toda relación comercial intensa- con empresas españolas. Recientemente hemos celebrado la resolución del caso Barceló Montelimar-, y espero que esta postura constructiva se concrete en otros casos, alguno muy notorio, por ser el mejor aliciente para atraer nueva inversión a Nicaragua.

Quiero aprovechar este momento para agradecer a nuestros generosos auspiciadores el apoyo que nos han brindado para organizar este 12 de octubre y sin el que esta recepción no sería la misma. Movistar, Gas Natural Fenosa, Barceló, Abengoa, Mapfre, Pescanova-Serviconsa, Ocal, Johnny Walker y Flor de Caña. También mis gracias a nuestra cocinera Bertha y a todo el equipo que ha trabajado con denuedo para que podamos disfrutar de esta fiesta.
Como les decía, nuestras relaciones comerciales son importantes y lo están siendo cada vez más.

Para terminar, quiero enviar un saludo muy cariñoso a los miembros de la colectividad española residente en Nicaragua, muchos de los cuales llevan varias generaciones en el país y que han sabido integrarse perfectamente y echar raíces sin olvidar su patria de España. A todos ellos quiero agradecer su esfuerzo y trabajo diario porque han sido el mejor canal de amistad para la cercanía de nuestros pueblos y la aproximación de nuestras sociedades.

Estimadas autoridades, queridos amigos que nos acompañan esta tarde, quiero expresar en nombre del Gobierno de España los mejores deseos de paz, desarrollo y prosperidad para Nicaragua, y levanto mi copa para realizar un brindis con todos Ustedes por la profunda amistad de nuestros países:

POR NICARAGUA, POR ESPAÑA.