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Maderas y Metales
Silvio Mora
Marlyn Yajaira Tubac Toj, la niña de apenas 6 añitos nos robó a todos el corazón – civiles y militares- cuando sus inocentes manecitas tocaron a los clásicos Mozart y Beethoven. Llegó ataviada con atuendo típico de su aldea en el Quiche, y de la mano de sus papás… todos nos acordaremos de ella. Fue durante el Concierto de Maderas y Metales en el Palacio Nacional de la Cultura, en el 145 aniversario de la gesta revolucionaria de 1871 y Día del Ejército de Guatemala, este 30 de junio.
A los músicos del ejército guatemalteco también les gusta la música clásica, el difícil jazz, el cautivador pop, los conciertos en ritmo, baladas bailables, las marchas marciales y los boleros del recuerdo. Subieron a escena con sus instrumentos de metal, cuerda y percusión, además, acompañados de la infaltable marimba. Los militares contribuían a la paz y seguridad de la patria, al desarrollo, al arte y la cultura nacional…
Tocaron sobre el placer, la angustia y otras sensaciones. Otro ovacionado fue el maestro Vinizio Quezada, que nos regaló un mundo de música bella. Sus manos destellaban poesía romántica, poemas sinfónicos sobre el ébano y marfil que disparaban sinfonías luminosas -algunas personas emocionadas exhibieron sus lágrimas-. Los hombres del ejército chapín y el maestro Quezada nos brindaron un concierto de joyas, pequeñas y valiosas piezas que detallan elegancia y distinción. La versatilidad musical quedó demostrada. Nos trasladaron el ritmo, timbre, armonía, melodía y orquestación que nos dejó como herencia un lenguaje armónico.
La llovizna invernal fue diplomática. Se calmó, bajó la guardia pese que preña la tierra, que hace brotar la vegetación, que carga de flores y frutos los árboles. Decimos que fue diplomática cuando oyó resonar el violín, cuerdas graves del contrabajo. Estábamos por gozar una orquesta de músicos profesionales que desenfundan sus arcos y vientos e interpretan música para el alma: Verdi, Mozart, Beethoven, ABBA, Morricone, Silvetti, Century Fox, Superman, Indiana Jones, James Bond, Batman, Piratas del Caribe. Con sello de oro: Luna de Xelajú, El Rey Quiché, Ferrocarril de los Altos, Llegarás a quererme. Esos militares con trajes de galas y cascadas doradas de medallas en su pecho desahogaron nuestra tristeza y melancolía. Que gusto nos dio a los embajadores que se acercara el presidente de la republica Lic. Jimmy Morales Cabrera, para saludarnos y hacerse unas fotos con nosotros. Antes dijo un discurso “bueno breve y sustancioso”. Invitó que todos, debemos leer la “partitura de la Constitución Política de Guatemala. Este texto, hay que conocerlo bien para saber en dónde estamos parados”. Virando hacia la orquesta dijo: “allí tenemos músicos virtuosos, las herramientas en sus manos dan desarrollo con sus bellas notas, cada soldado lleva un mensaje de paz para el mundo. Son los mismos soldados que con sus manos se suman a combatir desastres naturales, al perverso cambio climático, a los terremotos salvando vidas humanas”.
El presidente Morales calificó de brillante a sus “muchachos”, pues, por tres horas estuvimos rodeados por imágenes de íconos de la música. Él sabe que tratan de construir en su vida cosas sólidas, grandes, buenas y bonitas. Como dice el Papa Francisco “hay que tener coraje en el sufrimiento y pensar que después viene el Señor, después llega la alegría, después de la oscuridad sale el sol”. Los embajadores agradecimos al presidente por su saludo y por las fotos. Además, por desear coraje y esperanza a Colombia por la firma de los acuerdos de paz.
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