LA PROEZA DE ALEXIS.-Han pasado 38 años, y el recuerdo sigue tan fresco como un cuadro de Van Gogh pintado ayer. El 23 de noviembre de 1974, Alexis Argüello emocionó a Nicaragua entera noqueando en trece asaltos a Rubén Olivares en el Forum de Inglewood, California, y coronándose Campeón Mundial Pluma de la AMB…El flaco explosivo había convertido en realidad, el sueño esfumado meses antes en Panamá frente al "Ñato" Marcel…Dossman, el Dr. Román, Alexis y los tres periodistas nicas que estábamos allá, José Castillo Osejo de Radio Corporación, Armando Provedor de Estación X, y éste prójimo por La Prensa, estallamos de júbilo…Fue ese el comienzo de una gran historia, porque Alexis con tres títulos, se convirtió en uno de los más grandes campeones de todos los tiempos.

CALCULOS ERRADOS.-Como siempre ocurre, antes de una pelea, se colocaron sobre el tapete mil teorizaciones. Sobre todo, cuando las características de los púgiles, ofrecen tantas variantes. Un momento en que los antecedentes adquieren una importancia trascendental para entrar en consideraciones. Al final, cuando lo previo se ve distorsionado, es porque la realidad nos ha golpeado en las narices. Por supuesto que es natural preguntarse: ¿Qué fue cierto y qué falso alrededor de los cálculos sobre lo que podría ocurrir entre Alexis y Olivares?

REVISEMOS EL VIDEO.-Pensamos: Alexis debe establecer lo más pronto posible la media distancia. Será en ese terreno en el cual podrá hacer prevalecer sus ventajas en estatura y alcance…Eso resultó falso. Fue precisamente en la media distancia que Olivares mandó sobre el ring. El mejicano mostró toda su gama de habilidades para arremeter, contragolpear y desbordar, desorientando a Argüello…Creímos que los rounds más difíciles para Alexis, serán los primeros cinco, cuando Olivares se estaría moviendo con propiedad. Del quinto en adelante, la pelea cambiaría con el nica comenzando a imponer el peso de su contundencia…Falso. Si yo escribí eso no recuerdo. Del quinto en adelante, el crecimiento fue de Olivares no de Alexis y todos estábamos tan desconcertados como el "Curro" Dossman. Entre el sexto y el décimo asalto, los peligros se fueron multiplicando alrededor de Argüello.

SIGAMOS.-Otra falsa sospecha: En todo instante, la iniciativa será del brioso retador, sin temor a riesgos y decidido a golpear con la mayor frecuencia. No fue eso lo que estuvimos viendo. Olivares dosificó su esfuerzo mientras especulaba acertadamente y controlaba el ritmo de la pelea preocupándonos enormemente…Tanto se habló que Olivares estaba acabado, víctima de un sistema de vida cuestionable, y que el daño hecho por el alcohol y su falta de adecuado adiestramiento no le permitirían entrar en la intensidad que exigiría Alexis, que lo dimos por un hecho…No era cierto. Olivares se mostró tan bien preparado como cuando destronó a Lionel Rose y recuperó su cinturón frente a Chucho Castillo. ¿Cómo diablos pudo ser considerado acabado, quien fue capaz de construir una obra de magistral arquitectura boxística, retando la fiera amenaza de un temible adversario?. Todos vimos y disfrutamos a un atleta en plenitud.

UN DESCUDO Y BOMBAZO.-Aquella tarde del 23 de noviembre de 1974, la pelea echaba humo en ese decimo tercer asalto. ¡Qué magistral había estado Olivares ofreciendo momentos de verdadera arquitectura boxística!. Esa ofensiva que desplegó Rubén en el décimo, nos obligó a meternos debajo de las butacas y pensar que casi todo estaba escrito…En el inicio del round trece el azteca daba la impresión de moverse sobre mágicos patines; se arrimaba como el torero al toro, para acertar sus estocadas; sus ojos bien abiertos trataban de fijar el blanco. De pronto, un descuido, tan solo un descuido, y Rubén bajó su derecha. ¡Diablos, que olfato el de Arguello!. Un bombazo y la mantaña de complicaciones se derrumbó.

ARBITRO, ¡POR FAVOR!.-La izquierda corta pero con rotunda potencia y exactitud matemática, trazada hacia la barbilla de Rubén por Alexis Arguello, paralizó a la multitud en el Forum por un instante. De inmediato, el ruido ensordecedor consecuencia de la dramática caída. El árbitro Dick Young tardó una eternidad en el conteo de 8 segundos. Rubén se incorporó, decidiendo sorprendentemente ir de frente a las bayonetas. Arguello, con la oportunidad que grafica Picasso al alcance de sus puños, funcionó rápidamente, y con una derecha, desactivó todo el aparato óseo del mejicano. La nueva caída revestida de espectacularidad, fue definitiva. Ahora sí, todo estaba consumado.En ese momento que salté bruscamente. El fantasma de Panamá había quedado atrás; la ventaja de Olivares en las tarjetas de Dick Young y Larry Rozadilla, no en la de George Latka, fue evaporada; finalmente, el toro atrapó a Manolete.

LOS MARIACHIS CALLARON.-Sin retornar la calma, agujineado por mil encontradas emociones, me senté a escribir. Decidí comenzar con algo mejicano. ¡Qué mejor titulo que "Los mariachis callaron", y que mejor comienzo que el del corrido "Que digan que estoy dormido, y que me traigan aquí, México lindo y querido, si muero lejos de ti".Detrás de mi, sin percatarme, ese gran cronista de El Heraldo, Fernando Gómez, me dice, "Ah, si vos utilizas una canción mejicana, yo voy a usar un poema de Rubén Darío...Cuando terminé llamé a la redacción de La Prensa y pregunté: ¿Cómo está el país?. "Podés imaginarlo" me respondió Danilo Aguirre…Mas noche, fui con los colegas Valente Pérez y Antonio Hernández a comernos unos tacos en un sitio mejicano. ¿Y que nos encontramos? Rubén Olivares mostrando toda su dentadura, cantando "Pero sigo siendo el Rey". Y ya no lo era.