SEMANA SANTA LEONESA: TRADICIÓN, POESÍA Y DEVOCIÓN

Tradición, poesía y devoción caracteriza la Semana Santa leonesa, siendo dos símbolos la catedral y las alfombras pasionarias. La catedral también es motivo poético, siendo León en aquel entonces la Atenas de Centroamérica, como el poema titulado La catedral de León, escrito por el poeta Eliseo Ramírez Sacasa: "Quisiera para cantarte / Ser Píndaro, ser Homero /¡Oh¡ Bella creación del arte / Magnifica Catedral./ con tus nubes, con tus torres,/ con tus preciosos altares".

La Insigne y Real Basílica Catedral de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, es Patrimonio de la Humanidad típica construcción barroca colonial fue construida entre 1747 y 1814, las torres son de estilo neoclásico. Debido a robustez de sus muros ha soportado temblores, erupciones volcánicas del volcán Cerro Negro y guerras. El poeta, Alfonso Cortés dice desde el Hospital de Enfermos Mentales, 1965: La Catedral, se alza ante Dios bendita, / por el convento San Francisco es diaria /pagoda es la parroquia solitaria, /San Felipe, por vocación, ora contraria".

Las Alfombras Pasionarias desde hace casi un siglo, una familia habitante del barrio indígena de Sutiava, en la ciudad de León, realizó una alfombra decorativa con aserrín y otros materiales de colores frente a su casa, en la calle por donde tradicionalmente pasaba la procesión del Santo Entierro en Sutiava cada Viernes Santo. La alfombra llamó la atención de los vecinos, quienes en los años consecutivos decidieron participar también, elaborando otras alfombras de colores en la calle e iniciando de esa forma una tradición creativa y única en el país.

Aunque en un inicio las imágenes de las alfombras eran formas decorativa, luego sus creadores comenzaron a representar en ellas figuras inspiradas en pasajes de la Biblia, por lo que pasaron a conocerse como las Alfombras Pasionarias. En esta tradición anual participan muchas personas usando, actualmente, aserrín pintado. Son también muchos los que asisten todos los Viernes Santos a observar el proceso y la creación final. La tradición llegó a ser tan conocida que esa calle del barrio pasó a llamarse como "la calle de las alfombras".

La Semana Santa leonesa posee una gran tradición que data de siglos. Un grabado del siglo XIX muestra como era la procesión del Santo Entierro en aquella época. La principal iglesia en ese entonces es la del Calvario, que fue construida a comienzo del siglo XVII. El poeta Antenor Sandino Hernández publicó en el periódico El Centroamericano, 26 de abril de 1974, los siguientes versos tomando el fervor de la Semana Santa: "Semana Santa leonesa / con sermón en Catedral… / después en casa, la mesa, /y la cuznaca en guacal".

Las principales festividades son la de san Benito, San Sebastián y las de la propia pasión de Cristo. La de San Benito se efectúa el Lunes Santo y es el Santo de los enfermos y de los afligidos, sale de la iglesia de San Francisco. Todos los promesantes van vestidos de blanco, por eso se llama la festividad de la Luz. San Sebastián sale de la iglesia del mismo nombre, el miércoles santo; es un santo de rostro juvenil, que lleva atado a la columna a Jesús y la virgen María. Va precedido por la Policía Nacional, ya que este santo fue militar. Esta procesión fue iniciada por el coronel Arechavala.

El Santo Entierro es el mismo Viernes Santo, al caer la tarde, durante la cual se conmemora la muerte y el sepelio de Jesús. Es una procesión solemne y de cantos graves. El cuerpo de Cristo es colocado en un ataúd, que cargado por varias personas y seguido por una multitud silenciosa. Unos versos hermosos lo dice el poema Vía crucis del viernes santo del poeta Roberto de la Selva Escoto: "Tierra negra mojada, hojas secas, ciprés, /aroma de chiquionas, amapolas, corozo, / es la calle por donde el Cristo doloroso,/ en memoria de aquello va sangrando otra vez".