En los mensajes de Su Santidad el Papa Francisco, al mundo en este año de la Misericordia, ha tratado con especial énfasis el tema referente a la conservación de Nuestra gran casa, El Planeta Tierra, en sus frecuentes mensajes el papa Francisco invita a la comunidad humana a que lo acompañemos en la difícil misión de conservar la tierra.
Nuestro planeta tiene una antigüedad aproximada de 46 centenares de millones de años. Durante, siglos el hombre ha saqueado la tierra para obtener combustible, materia prima y alimentos, lamentablemente no hemos obtenidos estos beneficios de forma amigable con el medio ambiente, hasta el día de hoy se ha hecho con una actitud irresponsable, desesperada, sin pensar en cómo renovar las inmensas zonas desbastadas por la mano del hombre.
Los seres humanos somos responsables de conservar en perfecto estado la flora y fauna de la tierra, no debemos olvidar que somos huéspedes pasajeros de este mundo. Lo que generosamente nos brinda la madre naturaleza, lo debemos tomar con respecto y consideración.
La tierra es un mega organismo vivo, que responde a cualquier amenaza en su contra, aumentando al máximo las probabilidades de supervivencia de la vida en el planeta, asegurando que el papel de la humanidad en este proceso es insignificante en términos evolutivos y geológicos, en hipótesis se compara a la humanidad con una polilla persistente en la superficie de la tierra.
Desde luego esta hipótesis, no constituye una excusa para continuar con actitudes irresponsables en contra del planeta tierra.
Por muy breve que sea nuestro paso por este mundo, somos responsables no solo respecto a los demás seres humanos, de igual forma somos responsables de los demás seres vivos que habitan la tierra.
El objetivo prioritario de la humanidad es proteger y conservar: Los bosques, el suelo, ríos, lagos lagunas, la flora terrestre y la diversidad de la fauna animal.
Es alarmante el desprecio con el que los discípulos del progreso tecnológicos han tratado a nuestro planeta, en los últimos 20 años, pareciera que el suelo no tiene importancia para la producción de alimentos, el deterioro progresivo es más que una vertiginosa destrucción del medioambiente.
Es urgente actuar con buenas prácticas y mayor compromiso, para garantizar un futuro más justo para nuestro medio ambiente, con un sentido más humano. La naturaleza es maravillosa, los bosques son la más hermosa celebración con la que la naturaleza ha embellecido la superficie de la tierra.
Esa grandeza de la naturaleza no la debemos tratar como una simple dispensa de bienes en beneficio nuestro. Seamos conscientes de que la destrucción de las maravillas de la naturaleza significa una seria amenaza a la vida humana.
Comprometámonos a heredar a nuestras futuras generaciones un planeta con inmensas riquezas naturales, y en armonía con el medio ambiente.
Sería una excelente actitud humana cumplir con la difícil misión de conservar nuestra gran casa, el planeta tierra, para que nuestros herederos la habiten en paz y armonía.