En Japón tienen la tasa más baja de embolismo pulmonar que en los países occidentales, pero esto podría cambiar según el Dr. Hiroyasu Iso, profesor de salud pública de la Universidad de Osaka, debido al incremento de hábitos sedentarios que induce la tecnología, la TV y la computadora. En ese país se estudiaron a 86,000 personas de 40 a 70 años, a las que se les preguntó cuántas horas pasaban viendo televisión, y se les dio un seguimiento durante 19 años.
En ese periodo, 59 participantes murieron de un embolismo pulmonar. El riesgo de morir de un embolismo pulmonar aumentó en un 70 por ciento entre los que veían tv entre 2.5 y 4.9 horas al día. Fue un 40 por ciento más alto por cada dos horas adicionales de televisión. Las muertes por tromboembolismo pulmonar que no se llegan a diagnosticar son mucho mayores, para descubrirlo se requiere de alta tecnología. Los resultados del estudio aparecen en la edición del 25 de julio de la revista Circulation.
La diarrea se debe tratar según la causa, y restituyendo los líquidos y electrolitos mediante sueros orales. Hace 40 años la FDA aprobó la loperamida (Lomotil o Imodium, nombres comerciales) para reducir la motilidad de intestino y reducir así la diarrea.
Desde entonces este fármaco opioide, de bajo costo y sin receta, se popularizó ocasionando muertes por alteraciones del corazón, como prolongación del intérvalo QT, arritmias, fibrilaciones, sincopes y paros cardíacos. Se toman altas dosis de loperamida, o lo combinan con otros medicamentos, o con opiáceos (tramadol), o bebidas alcohólicas.
Por su efecto euforizante la loperamida se volvió una droga de abuso, entre 2011 y 2015, las llamadas realizadas al Centro de Intoxicación del Estado de Nueva York relacionadas con el abuso de la loperamida se multiplicó por siete.