¿Quien domina el mundo?

Por Denis García Salinas/ Desde Mi Ventana

Desde la antigüedad los gobiernos han querido controlar el mundo. España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Holanda, Inglaterra y el imperio Otomano dominaron gran parte del globo. Esas antiguas potencias tuvieron su tiempo de auge, pero también su caída. España atravesó con sus carabelas el mar en busca de las Indias Orientales, pero en su desvío en el océano solo encontró una América indígena. Del poderío hispano solo quedó el idioma español. España se hundió en el olvido y convertido ahora en un país apocado entre europeos. Los franceses aseguran que Europa termina en los Pirineos. Era una forma de repudio y racismo francés. Igual suerte corrió Portugal. Perdió todas sus colonias en África, Asia y América del Sur. Y lo peor de todo es que Portugal quedó como un país europeo pobre, mientras su colonia Brasil se convirtió en un gigante económico, que alterna ahora con las principales fuerzas económicas del mundo moderno. Lo único vivo que tiene Portugal en Brasil es su idioma: El portugués. Nada más.

Roma fue otro gran imperio. Según la historia, Roma abarcó desde el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Negro, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Sin embargo, del Imperio romano solo quedó ruinas. Ahora los turistas visitan los lugares del decadente imperio romano, para presenciar las esqueléticas y arcaicas arquitecturas. Inglaterra es, sin duda alguna, el líder del imperio más grande del mundo. Este imperio comprendió los dominios, colonias, protectorados y otros territorios gobernados por el Reino Unido entre los siglos XVI y XX. Ese imperio abarcaba casi a 500 millones de personas, es decir, la cuarta parte de la población mundial. Los ingleses colonizaron Estados Unidos, India, Canadá, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Igualmente, colonizó pequeñas islas en el Mar Caribe como Jamaica y Barbados. Pero de todas esas colonias, EEUU absorbió toda la filosofía y la visión imperial de los colonizadores ingleses.

Ese imperio dejó sus huellas también en Ceilán (actual Sri Lanka) y Birmania. Su poderío abarcaba hasta Malasia y, desde 1841, a Hong Kong. China cedió a Inglaterra la isla con carácter indefinido por medio del Tratado de Nanking de 1842. Pero el 19 de diciembre de 1984, China prometió que, bajo la política "un país, dos sistemas", el sistema económico socialista de China no se aplicaría en Hong Kong y se comprometió respetar el sistema legal existente. Fue hasta el 1 de julio de 1997, que Hong Kong pasó a China como "Región Administrativa Especial", ese estatus concluirá en 2047 con la plena integración a China Continental. En el continente americano, los ingleses mantienen su dominio en las Islas Malvinas, territorio despojado a Argentina en 1932. En 1982, los argentinos intentaron sin éxito recuperar el archipiélago. Desde hace 182 años, los ingleses mantienen en su poder a Las Malvinas. En Nicaragua, los primeros colonos ingleses ocuparon la isla Providencia hace 381 años. Los imperialistas ingleses para ganarse al pueblo nombran un Rey Mosquito. De esa forma, su dominio lo aseguraban. En 1894, el entonces presidente José Santos Zelaya declaró la reincorporación de a Moskitia a Nicaragua, pero entregándosela a EEUU, el imperio naciente.

Después del derrumbe del Muro de Berlín y la disolución de la URSS, el orden internacional dejó de ser bipolar. Es decir, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética eran las únicas superpotencias. Tras el desplome catastrófico del llamado comunismo, el hemisferio cayó bajo la influencia de una sola superpotencia: EE.UU. Pero al poco tiempo el sistema de balance de poder sufrió un cambio tras el ascenso de China, particularmente. Los analistas internacionales empezaron hablar de un nuevo orden internacional caracterizado por un dominio multipolar. En otras palabras, el mundo no era bipolar ni unipolar (EE.UU dominando el planeta). Sin embargo, otros sostenían que sólo en términos económicos se podría hablar de un mundo multipolar. China, el gigante que despertó, es considerada solo una nueva potencia económica con un acelerado ascenso y poderío en ese campo. Pero hasta allí nomás. China asombra con su pujante súper producción de productos distintos que invaden los mercados mundiales. No obstante, esa nación, superpoblada, aún carece del poderío militar que posee actualmente Estados Unidos, aunque algunos señalan su declive económico.

Entonces, ¿Quién domina actualmente el mundo? Aunque muchos izquierdistas no compartan mi criterio, yo creo que EEUU sigue siendo un imperio poderoso a pesar que enfrenta dificultades para financiar su déficit. EEUU tiene un poder económico imperial dominante. Según economistas, el 90 por ciento de las corporaciones más grandes dominan los sectores de la industria, los bancos y el comercio. Superan a Europa y Japón juntos. Ese sistema aspira a instaurar un gobierno mundial y con un ejército imperial, que domine todo el globo. Y ese gendarme está en pie de guerra por doquier. En su territorio no hay guerra, solo la amenaza del narcotráfico y el crimen organizado. El es el único país que gobierna a sus súbditos sin enfrentar rebeliones internas. Sus soldados están en guerra, pero en suelo extranjero. Desde que finalizó la Segunda Guerra mundial tras arrojar la bomba atómica a Nagasaki e Hiroshima, el gatillo imperial no ha cesado de disparar. La doctrina del Destino Manifiesto parece haber sido clavada como un puñal en los cerebros de sus ciudadanos, desde niños. Así, pues, esa nación se cree destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Los americanos se creen ciudadanos especiales y únicos que tienen la misión de propagar por el mundo su forma de gobierno y su visión del mundo. Y no sólo eso. EEUU se creen los nuevos cruzados que van acompañados por Dios. Y ese "sueño americano" tiene desvelado al mundo, que busca como llegar, a cualquier precio, a esa tierra de la cultura de las hamburguesas, el pollo frito y los hot dogs. Y el cine es el mejor vehículo para moldear el mundo con su ideal patriótico del Destino Manifiesto. El imperio podría parecer estancado en algunos conflictos, pero todavía es el gran gendarme mundial. No le atormenta la sombra de la caída de los rancios imperios de Inglaterra, España, Francia, Italia, Alemania y Holanda.