Entrevista realizada por Mónica Baltodano a Amílcar Ocampo Elvir
(segunda parte)
Amilcar: La Guardia nos disparaba con ametralladoras calibre treinta y cincuenta. Pegaban y salían los pedazos de bloques de los muros; ahí se dio una guerra desigual completamente por el tipo de arma, por el tipo de calibre.
Prácticamente, se da un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, la Guardia viene entrando y a veces los teníamos prácticamente detrás del muro. Ahí caen compañeros en el Colegio San Martín y entonces la Guardia poco a poco nos va replegando hacia La Ceibita.
Después nos hacen retroceder hasta Acahualinca, donde teníamos alrededor de dos mil compañeros. Había gente de todos los barrios noroccidentales y de todas las tendencias del FSLN, todos con diferentes tipos de armas. Hubo un momento en que las distintas tendencias tuvimos contradicciones sobre qué hacer en ese momento, si enfrentar a la Guardia militarmente, hacer trincheras en todo el barrio, o retirarnos.
Oyente: Me llamo Martín López. Llamo porque omitieron que en el encuentro que se tuvo con la Guardia en La Ceibita, fue posterior a una emboscada de aniquilamiento donde se recuperaron algunas armas. Ahí combatieron fuerzas combinadas de Acahualinca y La Morazán, porque se pensaba caerle a Gadala María, que era un bastión de la Guardia. El combate duró desde la mañana hasta principios de la tarde y al final los perros se fueron.
Amílcar: Efectivamente, ahí en La Ceibita combatimos fuerte, hasta quedarnos sin tiros. A esas alturas, lo que avanzaba eran tropas del CONDECA, porque nosotros capturamos a un salvadoreño y a un coreano que era francotirador, al que se le derribó de un palo. Se les miraba los rasgos característicos, incluso, no sabían hablar español. Aquí ocurrió algo cómico. Como no teníamos tiros y la Guardia venía avanzando, un señor sacó una carga cerrada de triquitracas y la tiró en la barricada para que la Guardia creyera que estábamos disparando. Y luego, tiró bombas de esas de La Purísima, que eran unas bombas grandes y hacían bulla, y la Guardia creía que teníamos municiones, pero realmente nosotros ya no teníamos. Levantábamos muchos palos o varillas de construcción para que creyeran que eran un montón de fusiles.
Como decía, en Acahualinca, nos reconcentramos después combatientes de todos los barrios y de todas las tendencias. Ahí nos juntamos con una escuadra Tercerista. Un compañero que andaba con un RPG-2 estaba dormido de la Iglesia Santa Ana media cuadra al sur. Imaginate, nosotros con unas armas caseras y él con un RPG-2. Ideay, brother, ¿viniste a dormir a la guerra? -le dije. No te me despegués. Todos juntos hicimos una ofensiva y logramos volver al Barrio Monseñor Lezcano y nos tomamos la Tercera Sección de Policía, que le servía como bastión a la Guardia.
En la Tercera Sección, le plantamos uno de los cohetes de RPG-2 en la mera puerta y explotó perfecto; pero esa Sección tenía comunicación con una casa vecina donde vivía Vidal Ruiz, que eran gente de la Guardia que abastecía a la Tercera. Yo me meto con tres compañeros más: "Machigüe", su nombre es Javier Sánchez, Pedro Paz y Pedro Uriarte.
Revisamos todo lo que era un pequeño almacén donde guardaban armas, y sacamos bombas lacrimógenas, de mostaza y granadas. Nos metemos a la casa de Vidal Ruiz y encontramos a tres hombres en calzoncillos, entre ellos, un hombre gordo, de bigotes. Como los encontramos en esa casa, nos parecieron sospechosos. Los tomamos de rehenes, los combatientes ahí nomás los querían matar. Resulta que un señor de bigotes se llamaba Roberto Sánchez y supuestamente era oreja, pero la familia lo reclamó diciendo que él andaba pidiendo leche para los niños, no le creímos, pero finalmente lo dejamos libre; a los otros dos, "Pedrón" les pasó la cuenta. En toda esa lucha también anduvo Elías Zapata.
Comentario de la autora: De acuerdo a conversación con Pedro Meza "Henry", en esa toma se le hacen cerca de siete bajas a la Guardia y se recuperan varios fusiles Garand y todas las municiones que estaban ahí. El RPG-2 lo manejaba un muchacho que había sido vago, vendedor de marihuana de Santa Ana, y era Tercerista, conocido como "Cumba".