Una marcha calculada por los propios organizadores entre 15 y 20 mil personas, se pronunciaron contra el fraude, por nuevas elecciones y por un nuevo Consejo Supremo Electoral.
A la caminata asistió el ex-candidato presidencial del PLI, Fabio Gadea, su fórmula, Edmundo Jarquín y Eduardo Montealegre.
El ex-miembro de la extinta y poderosa Dirección Nacional del FSLN, Henry Ruiz, dijo que marcharon los que quieren recuperar la institucionalidad del país.
Los mismos organizadores de la marcha reconocieron en trabajo de la Policía Nacional y las tropas especiales, que resguardaron la caminata, desde el Hospital Central hasta las instalaciones del CSE.
Algunos no dejaron a nadie en casas, llevaron hasta a sus mascotas.
El panificador Ermis Morales, marchó con sus tradicionales cadenas, demandando la destitución de Roberto Rivas.
Este rostro era la imagen de la frustración y la desesperanza por el robo de su voto, según su demanda.
José Pallais, ex-diputado del PLC, llegó según dijo, en su carácter personal, “en respaldo a la democracia”.
El concejal “chanito” García, dijo que con el actual Consejo Supremo Electoral no le ve futuro a las próximas elecciones municipales.
Miguel Rosales, ex-vocero de campaña del PLC, dijo que llegó a la marcha en representación de su partido. Dijo que las bases del partido deberán determinar el futuro del PLC.
Eliseo Núñez, del comité organizador de la marcha, dijo el Ministerio de Transporte les bloqueó permisos para el uso de buses que venían de los departamentos del país.
Violeta Granera, del Movimiento por Nicaragua, insistió en demandar la celebración de nuevos comicios en Nicaragua, mientras Gadea Mantilla, se congratuló por la marcha, asegurando que en ella estaban representadas, organismos de la sociedad civil, representantes de iglesias de distintas denominaciones. Prometió seguir la lucha hasta instaurar “el gobierno para todos”. Radio Corporación, propiedad de Gadea, afirmó que en varios departamentos del país, la Policía Nacional obstaculizó a caravanas de manifestantes que venían a la capital, razón por la cual no pudieron estar presentes en la marcha.
La tónica fue una protesta contra el fraude, nuevas elecciones, cambios en el Consejo Supremo Electoral y el supuesto robo de los votos.
Algunos negocios ubicados en la trayectoria de la marcha estuvieron a la expectativa, por cualquier disturbio y enfrentamiento, mantuvieron a medio cerrar los portones.
