Un fuerte terremoto de magnitud 6 sacudió en la madrugada de ayer el centro de Italia, con un balance provisional de al menos 120 muertos, informó el primer ministro, Matteo Renzi. Uno de los pueblos más afectados de esta zona montañosa y poco poblada es Amatrice, de unos 2.600 habitantes.
Ricardo, un vecino de la localidad que busca a sus parientes, ha explicado: “Lo único que sé es que los edificios están derrumbados, han caído. Sigo con esperanzas de encontrar a mis familiares, pero cada vez quedan menos. Creo que habrá menos víctimas que en L’Alquila en 2009, entonces murieron más de 300 personas”, dice Ricardo, “pero sólo porque aquí hay menos habitantes. El horror ha sido el mismo”.