Calles y parques de León
convertidos en letrinas públicas
Las calles, parques y en especial los templos religiosos del Centro Histórico de León, desde hace mucho tiempo se han convertido en letrinas públicas, así lo expresa en un amplio escrito el artista plástico, Federico Quezada Morán. Indicó que aparentemente las autoridades municipales, dueños de establecimientos públicos y privados, guardas de seguridad y población en general son tolerantes con las personas que ocupan los parques para defecar y orinarse en las paredes de las iglesias, situación que perjudica el rostro turístico que le queremos dar a nuestra bella ciudad.
Los factores son múltiples y van desde el comportamiento de los indigentes, trasnochados, la falta de vigilancia nocturna y fundamentalmente falta de educación ambiental de la población leonesa. Expresó Federico Quezada que no se puede proyectar una ciudad cuando no se tiene las condiciones mínimas higiénicos sanitarias, las operadoras turísticas e INTUR son valientes al ofertar a León como destino turístico y hacerles recorridos por un centro histórico pestilente, podrán recorrerlo y verlo una vez pero, una segunda vez está como difícil.
Leoneses debemos de demandar acciones inmediatas
Los leoneses comprometidos con la ciudad, debemos de exigir a los dueños de establecimientos públicos y privados en el centro histórico vigilancia por lo menos nocturna. Instalar en última instancias letrinas públicas que funcionen las 24 hrs del día. Incentivar a los dueños de los establecimientos a mantener limpio el frente de su negocio que da a la calle. Operación limpieza con los bebedores consuetudinarios y ubicarlos en centros de rehabilitación. Realizar una intensiva campaña educativa a nivel local educación ambiental, entre otros.
De nada servirá que se remocen nuestras iglesia y parques si siempre van a estar inundadas con viandas fétidas, un ejemplo de ello es el parque los Poetas que lo a caban de remozar y se encuentra inundado de heces humanas, ojalá y no pase lo mismo con la Catedral. "Pido disculpas a los que se hacen llamar personas cultas y que sentados desde sus hogares o detrás del escritorio no les gusta ver la cruda realidad de nuestra ciudad, por publicar este álbum, pero no puedo estar pasivo y ver como mi amado León se convierte lentamente pero a paso firme en una letrina pública" concluyó el poeta.
UNAN-Managua trabaja en proyectos
de gestión de riesgos
La UNAN-Managua ejecuta el proyecto de gestión de riesgos a desastres y el cambio climático, el cual es incluido dentro del pensul de la universidad desde el 2009. Este pretende que cada universidad realice investigaciones sobre desastres naturales y el cambio climático para tener estudios propios e históricos del país. Actualmente se trabaja en 60 proyectos y están incluidas universidades de Centroamérica. "Algunos proyectos ya se ha puesto en marcha, muestra de ello es el terremoto de abril del 2014 quienes los estudiantes trabajaron para auxiliar a la población" dijo Alfonso Fuentes, Secretario General del Consejo Superior Universitario Centroamericano.
Charles Darwin
Darwin tenía razón: la endogamia perjudicó
a su estirpe
Charles Darwin llegó a tener diez hijos con su mujer, Emma Wedgwood, entre 1839 y 1856 y, como es natural, temía por la salud de su prole. Pero sus miedos iban más allá de las preocupaciones habituales de un padre, ya que partían de un cierto sentimiento de culpa: un pecado original propio que podía provocar que sus hijos fueran enfermizos o, cuando menos, más débiles de lo normal. Charles y Emma eran primos hermanos. El más relevante de los Darwin sabía que la consanguinidad deteriora a las siguientes generaciones, ya sean plantas o animales. Ahora sabemos que sus temores estaban justificados: su estirpe sufrió muertes prematuras y falta de fertilidad por culpa de la endogamia.
El problema no surge únicamente del lecho de Charles y Emma. Los Darwin y los Wedgwood se emparejaron entre ellos durante muchas generaciones, lo que provocaba que el naturalista y su esposa tuvieran muchos otros parentescos además de ser primos hermanos. Otros tres hermanos de Emma se casaron con sus primos y la hermana de Charles, Caroline, también se enlazó con un primo Wedgwood. El cuñado de Charles, Harry Wedgwood, se casó con Jessie Wedgwood, que era su prima hermana por partida doble: sus padres eran hermanos y sus madres eran hermanas.
Esta endogamia desbocada de los Darwin-Wedgwood los convierte en una dinastía perfecta para que los genetistas estudien las consecuencias de la consanguinidad, como ya hicieran con la familia real de los Habsburgo. La primera y más evidente es que los niños nacidos de estos matrimonios tenían menos opciones de llegar a la pubertad, como mostró un estudio publicado en 2010 que generó un ruido importante en la prensa británica. Tres de los diez hijos de Darwin murieron durante la infancia, en dos casos por enfermedades que hoy sabemos que generan menos resistencia en los menores fruto de la endogamia.
Ahora, los mismos investigadores acaban de analizar en otro estudio cómo estas relaciones de consanguinidad mermaron la fertilidad de esta dinastía.
"Actualmente hay una cierta unanimidad en que la consanguinidad afecta a la fertilidad y a la esterilidad en los humanos, el problema es que aún no se ha podido concretar el modo. En la dinastía de Darwin hemos encontrado que la culpa de que las parejas consanguíneas tengan menos hijos que las parejas no consanguíneas no es de la propia pareja, sino de los varones consanguíneos", explica Francisco Ceballos, genetista de la Universidad de Santiago de Compostela. El resultado de sus análisis muestra que los varones Darwin-Wedgwood fruto de la endogamia tuvieron 1,2 hijos por mujer frente a los 2,1 que tuvieron los no consanguíneos, tras descartar otros factores demográficos o socioeconómicos.
