Las PYMES y su aporte al desarrollo
económico de Nicaragua
Por: Roberto Brenes
Las PYMES son consideradas a nivel mundial como agentes de cambio en el proceso de transformación tecnológica y son fuente de mucha actividad innovadora.
En países altamente desarrollados como Canadá, el porcentaje de PYMES en la economía nacional es de un 85% de las empresas, casi el mismo porcentaje de PYMES en la economía nicaragüense.
Comprendiendo que el tamaño de las Pequeñas y Medianas empresas varían entre los países, lo cierto es que su peso en la economía de todos los países son significativos y que muchos de los retos que enfrentan las PYMES en los diferentes países son similares. En Nicaragua, existen cálculos que aseguran que entre el 30 y el 40% del producto interno bruto del país, es generado por las Pequeñas y Medianas Empresas.
A nivel centroamericano, una idea generalizada es que las Microempresas son todas aquellas que tienen de uno a 6 colaboradores, generalmente todos miembros de la misma familia. Las pequeñas empresas cuentan generalmente con un personal de 7 a 30 colaboradores y también incluyen un buen porcentaje de personas de la familia. Las medianas empresas, son aquellas que cuentan con un personal de 31 a 100 personas y ya el componente familiar es menor, lo que en cierta medida las permeabiliza de los problemas más comunes de las empresas familiares que tienen que ver con los conflictos personales interfiriendo en la conducción de la organización y la confusión en la jerarquía de mando que se suscita frecuentemente.
Debemos aclarar sin embargo, que este reto continua presente en las empresas medianas y aún en las grandes, donde la empresa continúa siendo familiar y enfrentando los retos inherentes a este sector.
El tema de las Empresas Familiares por lo tanto ha cobrado gran relevancia en nuestro país y ha sido tema de muchos estudios y programas en Pequeñas, Medianas y Grandes Empresas con el objetivo de asegurar una transición pacífica e inteligente a la siguiente generación de la familia, de manera que la empresa continúe creciendo, desarrollándose y que los miembros que laboran en ella de la segunda o tercera generación asuman sus roles y responsabilidades y puedan aportar a la empresa de una forma profesional, responsable y sin las prerrogativas que gozaron los miembros de la primera generación y fundadores de la organización.
Una de las cosas que podrían ejercer un incremento en el dinamismo y productividad de las PYMES podría ser la inversión en innovación y desarrollo (I + D). Sin embargo, a consecuencia del costo que esto podría representar para las empresas y la capacidad limitada del estado en aportar en esta dirección, la opción más apropiada para las pequeñas empresas es la de utilizar instrumentos que les permitan relacionarse con las grandes empresas, de participar en redes productivas y de establecer vínculos con el entorno social y productivo local.
De esta manera, las PYMES pueden introducir cambios significativos a lo interno de sus empresas, tal como la introducción de nuevas tecnologías, un mayor intercambio de información, colaboración con instituciones públicas y privadas, de manera que las empresas vayan actualizándose y mejorando sus capacidades.
Este tipo de acciones son beneficiosas para las empresas y para el gobierno porque es más productivo y eficiente promover este tipo de desarrollo en las empresas que el subsidio de la demanda que en algunos casos se ha hecho necesario para mantener activas a las PYMES.
La pequeña empresa es un fenómeno que crece en todo el mundo y puede atribuirse al resultado de un sector de empresarios emprendedores, capaces de innovar tecnológicamente o bien puede ser un fenómeno que es alentado por la disminución de la capacidad de las grandes empresas para prevalecer en la creciente competencia internacional y la proliferación de las pequeñas empresas a consecuencia de la fragmentación intensificada de los mercados, alentados por la creciente demanda de productos diferentes que estimula a las empresas para poner mayor atención a la diferenciación de los productos.
Sea cual fuere la razón de la expansión de las PYMES en Nicaragua, lo importante es que están enfrentando los retos responsablemente, desarrollándose, fortaleciéndose y cada día más, involucrándose en la vida económica y social de nuestro país.
