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En un ambiento de mucha tensión se inauguró el Diálogo Nacional a las 10 am con la asistencia de una fuerte delegación de estudiantes, el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo acompañados de miembros de su gabinete y el asesor económico de la Presidencia Bayardo Arce.
El cardenal Leopoldo Brenes juntos a los obispos invocaron al Espíritu Santo para que iluminara las mentes y el corazón de los presentes. Representantes de los empresarios, sociedad civil y el cuerpo diplomático, así como medios nacionales e internacionales fueron partícipes del momento histórico que pondría fin a la violencia en Nicaragua.
Cuando dieron la palabra al presidente de la República se la asaltó el joven estudiante Lester Alemán, quien demandó a nombre del estudiantado nicaragüense el cese de la represión en el país por parte de la Policía que cobró muertos y heridos en todo el territorio. Además, enfatizó que allí lo que negociarían es la salida del presidente Ortega.
El Gobierno tiene ya establecida una agenda para impulsar reformas electorales, anunció el presidente Daniel Ortega, tras revelar que con la mesa de intercambio y diálogo que ha sostenido con la OEA, ya se tiene establecida una agenda para hacer los cambios que el proceso histórico demanda en estas circunstancias y que se fortalezca la democracia.
Ortega pidió que le “pasen la lista de los desaparecidos y prisioneros políticos para que se investigue realmente con el apoyo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y los Obispos para demostrarles que no hay un solo desaparecido y que no hay un solo preso, todos fueron liberados en su momento”, dijo Ortega.
La vicepresidenta Rosario Murillo dijo que asistirán el viernes al diálogo “con toda la entereza, la seriedad, la responsabilidad, la madurez que exigen estos momentos críticos que vive nuestra Nicaragua”.
“Que cesen esas muertes violentas, que se haga justicia, pero que esta justicia no encienda en nadie sentimientos de búsqueda de violencia o sentimientos de venganza”, dijo el obispo Bosco Vivas en su invocación al Señor durante la instalación del diálogo nacional”.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Mons. Juan Abelardo Mata, consideró, que en Nicaragua hay una “revolución no armada, que no es a fuerza de presión, ni de balas de goma, plomo, ni con paramilitares, que esta se va a desmontar”.
El exrector de la UNAN, Carlos Tünnermann, calificó de “decepcionante” el discurso del presidente Daniel Ortega. Dijo que “no contribuye a la paz”. Le reprochó que de las cuatro garantías solicitadas por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) solo una el mandatario ha cumplido: el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos". Le recordó las tres multitudinarias marchas de 400 mil a 500 mil nicaragüenses que se manifestaron por la paz, justica, libertad y democratización del pais.