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Correos Corporativos
EDICCION ESPECIAL POLICIA 2013
EDICCION ESPECIAL EJERCITO 2013

ALGO MÁS QUE PALABRAS

El Año de la Agricultura Familiar

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor
corcoba@telefonica.net
II de II

A mi manera de ver, la piedra angular de la agricultura europeísta es precisamente esta agricultura familiar, y con ella también nos referimos a los pescadores artesanales, pastores, recolectores, jornaleros sin tierra y comunidades indígenas, que tanto aportan al desarrollo económico del mundo; no en vano, la familia y la explotación están vinculadas, co-evolucionan y coexisten. Por consiguiente, estamos ante un momento trascendental para buscar soluciones globales a problemas comunes, que enfrentan a los agricultores entre sí, entre continentes y países, especialmente donde este sector es sinónimo de pobreza y marginación.

Sea como fuere, a finales del 2014, deberíamos tener un mejor conocimiento de estas gentes de hondura, que saben labrarse la vida con el tesón de la paciencia y la labranza, con la fuerza de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como hombres, con la acción humana persistente de transformar el medio ambiente natural como base fundamental para el desarrollo autosuficiente y una innata riqueza compartida. Son los grandes gestores de nuestro hábitat. Lo mismo sucede con el pastoreo. La producción ganadera extensiva ocupa alrededor del veinticinco por ciento de la superficie terrestre del planeta y produce en torno del diez por ciento de la carne para el consumo humano, de la que dependen unos veinte millones de hogares de pastores.

Igualmente pasa lo mismo, con la pesca artesanal, los medios de vida de unos casi cuatrocientos millones de personas dependen directamente de la pesca en pequeña escala, que da empleo a más del noventa por ciento de los pescadores de captura del mundo. Por tanto, tanto a unos como a otros, hemos de escucharlos más. Indudablemente, conforme siga creciendo la especie humana irán aumentando las necesidades de esta tierra a cultivar. Los datos hablan por sí mismos. Habría que incrementar un setenta por ciento la producción de alimentos antes de 2050, momento en que se prevé que la población mundial alcance los nueve millones.

Por tanto, considero esencial que esta agricultura familiar mantenga su espíritu de familia, y como tal, active en toda la familia humana prácticas sostenibles y modalidades de consumo racionales y razonables. En mi opinión, lo que ha de prevalecer, en todo caso, es una dirección del sector unido al desarrollo rural, centrado prioritariamente en sus propias vidas y entornos. No olvidemos que el concepto integrador de agricultor, igual que el de pastor o pescador, vive en su espacio para mejorarlo y poder subsistir junto a él.

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