La resurrección de Adolfo Hitler
Por Denis García Salinas/ Desde Mi Ventana
Actualmente, en Alemania la publicación de un libro "Ha Vuelto" ha causado una extraña mezcla de sentimientos de repudio y exaltaciones. Esa obra, me recordó una de las películas James Cameron que narra la historia de Skynet, que está a punto de perder la guerra en 2029. Este envía, a la tierra, en 1984, en una máquina del tiempo, a un Terminator. Ese cyborg asesino, interpretado por Arnold Schwarzennegger, tiene como misión asesinar a John Connor, antes que nazca, para frenar la rebelión. El Cyborg aparece desnudo en un callejón de la ciudad de Los Ángeles. De igual manera el escritor alemán Timur Vermes recrea lo que han llamado una "alocada historia" en su libro "Ha Vuelto" sobre la aparición de un hombre en un escampado de Berlín. Ambas figuras tiene algo en común: Los dos son asesinos. Hitler procede del pasado y el Cyborg del futuro.
El escritor cuenta que el Fuhrer, vestido con su impecable uniforme nazista, despierta en un escampado y empieza a caminar por las calles berlinesas, asombrando a los peatones y conductores de vehículos que transitan por el lugar. El llega hasta un Kiosko de periódico, cuyo dueño le ofrece empleo porque le dice que se parece a Hitler. El dictador empieza a vender periódicos y revistas cuando un día cualquiera un productor de televisión queda impactado por el enorme parecido del hombre que arrastró al mundo a la segunda guerra mundial. Hitler, con su gran retórica, cautiva a la audiencia televisiva alemana y expone sus ideas del hombre Ario y sus planes expansionistas. Algunos han dicho que el libro de Vermes es "terriblemente divertido" y el precio de la obra es de 19,33 euros- año en que Hitler llegó al poder. "Si tantos les ayudaron a cometer sus crímenes fue porque les gustaba. No se elige a un loco. Se elige a alguien que atrae o al que se encuentra admirable", afirmó Timur Vermes, elogiado y denostado por esa obra.
Ese libro ha demostrado que en Alemania e incluso en Europa y parte de EEUU, hay una alucinante fascinación por ese hombre que soñaba con una raza superior aria. Un periódico alemán Suddeutsche Zeitung, señaló que "en Alemania hay una extraña fijación por Hitler, algo casi maníaco". Pero la revista Stern dice que es una obra de "un mal gusto grotesco". La crítica asevera que es peligroso presentar a Hitler como una figura cómica. A pesar de todo el libro ha sido un éxito editorial. Y no sólo eso, ha despertado la reflexión sobre si en la vida real apareciese un hombre como Hitler. El autor del libro ha afirmado que la aparición de Hitler en este pleno siglo XXI podría desatar una admiración entre la gente abrumada por la crisis económica y los problemas que ellos llaman la migración de extranjeros a Europa. Incluso surgiría un debate, rayando al escándalo, en las redes sociales. Si Hitler se postulase hoy a unas elecciones tendría posibilidades de triunfar en esta Alemania, donde se ha acentuado los ecos del antisemitismo y la evocación del odio de los extranjeros.
El mundo estaría frente a la resurrección no de Cristo, sino del Anticristo, bajo la vestimenta de Hitler. Este hombrecillo se inspiró en la filosofía del Superhombre de Friedrich Nietzshe para justificar su tesis racista que exalta al "bruto rubio germánico" y repudia al judaísmo. Hitler hizo suyo ese pensamiento niestzscheano que desprecia también el igualitarismo cristiano y socialista. Esas ideas nazistas cautivaron a todo un pueblo alemán, que festejó la falta de compasión y la crueldad (en los campos de concentración), el uso de la fuerza y la adoración de la guerra. Hitler adoraba el pensamiento de Nietzsche:"El hombre superior se distingue del inferior por la intrepidez con que provoca la desgracia."
Alemania no puede olvidar a Hitler. A pesar que el Fuher ordenó la matanza de seis millones de judíos y de miles de homosexuales, gitanos, eslavos, discapacitados físicos, enfermos mentales, prisioneros de guerra soviéticos y opositores políticos a su régimen totalitario, su nombre causa no solo odio, sino nostalgia entre fascistas modernos. Pero, Hitler podría sufrir un infarto o un derrame cerebral, tomando en cuenta el libro de ficción de Vermes, cuando advirtiera que los judíos que diezmó en su holocausto, se han convertido ahora en una potencia bélica media, capaz de derrotar en cuatro guerras a sirios, egipcios, jordanos, libios y palestinos. Hitler encaminaría a Alemania, que quedó desarmada tras perder la guerra, a una nueva conflagración contra los judíos, apoyados por EEUU. Ese hombre que se afilió al Partido Obrero Alemán, precursor del partido nazi (NSDAP), desató el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa con la invasión de Polonia en septiembre de 1939. En esa conflagración murieron entre 55 y 60 millones de personas, cuentan los historiadores. Europa, tras esa guerra, parecía ruinas romanas y griegas.
En aquella época, Europa estaba azotada por una mayúscula crisis económica, social y política, subrayada por la Gran depresión de 1929. A esto se sumaba la frustración del pueblo por la Primera Guerra Mundial. En 1941, Hitler disfrutaba su momento de popularidad y poder. Ese contexto de decepción es aprovechado para invadir Europa y parte de Asia y África. Cuatro años después, Hitler, sus tropas y aliados del Eje (Japón e Italia) fueron derrotados por las potencias aliadas.
Tras ese breve repaso de esa aciaga historia, el nombre de Hitler no evoca odio universal como debería ser por sus crímenes de Lesa Humanidad. Más bien actualmente en la propia Alemania muchos confundidos sueñan con la llegada de un nuevo Hitler con sus aspiraciones expansionistas para cumplir las ambiciones frustradas de instaurar el Tercer Reich. Incluso en las redes sociales leía que una persona justificaba la matanza de judíos por Hitler por la agresión perpetrada contra el pueblo palestino. Aunque los partidos nazistas están proscriptos en ese país, han aparecido organizaciones que tienen añoranza por Adolfo Hitler. Hitler, que intentó una insurrección, conocida como el Putsch de Múnich, está, al parecer, de vuelta en la imaginación alemana. Muchos quisieran el regreso del autor de Mein Kampf (Mi Lucha), cuya reedición será autorizada en 2015, tras años de ser prohibida. Hoy, Hitler se volvería millonario con la venta de su libro, considerado por sus detractores como un panfleto mediocre, pero que adormeció a miles de alemanes. Tras la publicación de Ha Vuelto, uno se pregunta: ¿Será posible que haya hombres y mujeres que quieran la resurrección de este hombre que afirmaba, citando a Nietzsche, que "los débiles y malogrados deben desaparecer"?
