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Correos Corporativos
EDICCION ESPECIAL POLICIA 2013
EDICCION ESPECIAL EJERCITO 2013

San Benito de Palermo, milenaria
tradición de religiosidad popular

Una de las manifestaciones auténtica y propias de la religiosidad popular de los católicos nicaragüenses, la podemos encontrar, en el culto y devoción a la milagrosa imagen de san Benito de Palermo, la que se realiza los lunes santos en la iglesia de San Francisco de la ciudad de León.

Esta es una tradición, cargada de fervor que se caracteriza por sus costumbres milenarias de cultura indígenas, como: la repartición de chicha en el atrio de la iglesia, abundante música autóctona, todos los asistentes barren ese día la iglesia ,y de manera solemne acompañan a la procesión , por todas las calles de León. La que llena de luz a esta ciudad colonial.

La devoción a San Benito el santo negro.

El culto a san Benito cuenta con millares de amigos, fieles devotos y seguidores, tradición religiosa que está arraigada en toda América: México, Perú, Ecuador, Uruguay, Colombia, Venezuela y desde luego, León de Nicaragua.

Cada lunes santo, la solemne procesión de san Benito de Palermo, recorre las calles, llenando de luz, vida y amor a esta ciudad colonial. Los fieles católicos que participan en esta manifestación de fe y devoción, llegan de diferentes departamentos de Nicaragua y de muchos países del mundo, quienes acuden con firme devoción para pagar promesas por favores recibidos y a renovar su fe, a tan milagrosa imagen.

Origen de los padres del santo:

Los padres de san Benito eran esclavos negros originarios de África; Cristóbal se llamaba el padre y Diana la madre, a pesar de que sus padres eran esclavos él nació libre.
Los padres de Benito fueron capturados en África y trasladados a la isla de Sicilia, Italia, haciendo de esta isla su nueva patria, la principal ciudad de la isla era Palermo y fue en esa importante ciudad en donde se radicaron los padres de Benito. Fue en esta ciudad en dónde nació, vivió y murió el santo negro.

Cristóbal el padre de san Benito era un verdadero cristiano; frecuentaba los sacramentos especialmente, la penitencia y la eucaristía, permanentemente estaba en oración tenía perfecta caridad con sus prójimos, virtudes que le valieron para que se convirtiera en un ejemplo edificante.

Por su parte, Diana la madre del santo, era de buenas y sanas costumbres, pacífica, de buen carácter, amorosa y caritativa.

De manera que los padres de san Benito eran dos cristianos temerosos de Dios en búsqueda permanente de la obediencia y santidad, no es extraño que de dos padres fieles a Dios, resulte un hijo santo.

Cristóbal el padre de Benito, fue nombrado capataz de la hacienda en donde trabajaba arduamente, con el nombramiento de capataz le entregaron su carta de libertad, dejaba de ser esclavo, Diana la madre de Benito por la confianza que inspiraba, en su dedicación al trabajo, en la casa de sus patrones recibió la libertad y al igual que su compañero Cristóbal dejaba de ser esclava.

Un año después, al ser liberados Diana resultó embarazada, daría a luz a un hijo varón el que nacería en libertad y tendría por nombre Benito, originario de Palermo, junto a la noticia del embarazo los padres de Benito pidieron consentimiento a sus patrones para visitar al párroco de la ciudad para averiguar los requisitos para contraer matrimonio, querían que su hijo naciera bajo la sombra de Dios y en libertad.

La juventud y adolescencia de Benito. Estuvo colmada de amor y piedad.

Desde sus primeros días de adolecente traslucía la maravilla que sería su vida. En su adolescencia dejaba a un lado los juegos juveniles, que se esforzaba por cultivar, poniendo ante todo la vida de piedad, especialmente la devoción a la virgen santísima.
En sus primeros años de adolecente recibe con ferviente devoción y esmerado amor a la eucaristía, su primera comunión.

Fue un joven predestinado por el Espíritu Santo.

Dotado de gracia y carisma determinante, en él había una sensibilidad religiosa algo extraordinaria.

A los 18 años Benito era pastor y labrador, caminaba de la oración al trabajo y del trabajo a la oración, Benito se constituye en el primer negro en la orden de los franciscanos, durante su vida sacerdotal Benito de Palermo, demostró un sentimiento de amor a Dios sin medida.
Fue un santo de verdad, un mártir negro que vivió 65 años, durante su vida de martirio pidió a gritos la cruz, para entregar su vida por sus prójimos Benito recibió su muerte como verdadero cristiano, pensando que lo que se pierde es una vida que el tiempo es breve y superficial.

Toda la vida de Fray Benito fue una permanente convergencia con Dios.

San Benito milagroso.
Hijo querido de Dios,
Con tu auxilio poderoso,
Intercede por nosotros.
Para Bolsa de Noticias:
José Torres Morales
Periodista y guionista

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