Cómo bomba explotó en la embajada de Nicaragua el alegre y tradicional grito ¿Quién causa tanta alegría?... ¡¡La Concepción de María!! Por supuesto que la madre de Dios hizo guiños a todos los que llegaron a rezar y cantar. Entonces nadie permitió refugio al tedio ni al aburrimiento, y comenzaron a retozar en medio de cohetes, bombas, triquitracas y flores encendidas.
Como todos los años los residentes nicas en Guatemala, junto con algunos embajadores, se desbordaron para celebrar La Purísima en la sede diplomática. Ocurre que estamos en diciembre, un mes lleno de fiestas, tradiciones, convivios y celebraciones. Nosotros iniciamos las fiestas decembrinas con la más popular en honor de la “PATRONA PINOLERA”.
La concurrencia fue tal, que contamos 300 nicas e invitados diplomáticos entregados al fervor mariano. No hay duda que diciembre es el mes en que la fe religiosa se interpone ante cualquier situación. Demostramos que La Purísima es una de las fiestas más arraigadas y desbordantes de expresión religiosa.
Un grupo de frailes franciscanos presidieron la ceremonia., y Monseñor Paúl Gallagher, Nuncio Apostólico y Decano del Cuerpo Diplomático, dijo a la comunidad nica palabras de amor, fe y esperanza; haciendo votos para que el 2012 haya un mundo más justo y más humano.
María, fue como una flor bajada del cielo. María llegó cargada de paz y esperanza. Así, todos los devotos y pecadores pedimos que ayudara a poner fin a la violencia. Los centroamericanos estamos afligidos, estamos de rodillas. La ONU asegura que presentamos los mayores índices de violencia delictivos. Sabemos que más del 90% de la droga producida al Sur se trasiega a USA donde consumen el 90% y otro 10% lo devoran en Europa. No es justo que las organizaciones criminales más nocivas para los pueblos de la región trafiquen con drogas y armas, dejando a su paso muerte y destrucción.
Por eso hubo cánticos y alabanzas a la “Generala de los ejércitos”. La energía y la voluntad de la comunidad nicaragüense y los diplomáticos se respiraba este siete de diciembre en la embajada pinolera, fue como estar en un santuario. Todos asistieron con cariño, amor y solidaridad. No era para menos, todos fundieron su entusiasmo por una causa humanitaria: la paz, la vida y la esperanza en Centroamérica!!
Silvio Mora
