Corea del Norte, un país ermitaño
Por Denis García Salinas/Desde Mi Ventana
Corea del Norte es un país hermético y desconocido. Una familia dinástica la ha convertido en una sociedad ascética y sin contacto permanente con el mundo. De su historia y nacimiento se sabe, pero se ignora la vida actual de esa nación sombría. El trajín diario de sus trabajadores y funcionarios parece que no existe. Da la impresión que no hay escritores, pero eso sí científicos coreanos que construyen misiles atómicos. Tampoco se conoce los males del mundo actual: Crímenes, narcotráfico, trata de personas, violaciones, robos, chicos disparando en colegios, etc. ¿Acaso su mundo cerrado los mantiene aislados de esos trastornos? ¿O serán una sociedad sana y menos vandálica y bandolera? No hay oposición política. Tampoco hay prensa independiente. No sabemos nada de Pionyang, capital de Corea del Norte. Es un país sin instituciones. Es un lugar uniforme, lánguido, monótono y pareciera que los colores han desaparecido de la faz de esas tierras. Nadie puede salir con un pasaporte, excepto los grupos de obreros que atraviesan la frontera para trabajar en las grandes maquilas de Corea del Sur, la otra cara de la moneda.
Sociedad rica
En cambio, en los programas de la televisión de Corea del Sur se exhibe una sociedad rica, saludable y con sus mercados tecnológicos que asombran a los mismos Estados Unidos de América. Hasta las calles de sus barrios son limpias. No se observan promontorios de basuras, como en nuestros países pobres. Se ha convertido, desgraciadamente, en una costumbre popular arrojar basura en cualquier lugar. La gente olvida rápidamente la Gran Campaña Vivir Limpio, Vivir Sano, Vivir Bonito, Vivir Bien. Igual que Taiwán, otra ciudad higiénica que hasta en sus mercados se respira limpieza. Sinceramente, siento admiración por el desarrollo económico de esa nación. Demasiada próspera, grandes rascacielos, que alojan a millonarios, y a una gran clase media rica. Puertos repletos de gigantescos barcos mercantes.
Velo de misterio
Entretanto, Corea del Norte es una nación rodeada por un velo de misterio. El internet y las redes sociales no han conseguido penetrar en esa roca de país de Asia Oriental, para descubrir su alma coreana. Sus límites dan escalofríos: Al norte con China, al noreste con Rusia, al este con el Mar de Japón y al Sur con Corea del Sur. Está en una empinada resbaladiza. Corea es un país partido en dos por las grandes potencias de entonces: EE.UU y la antigua Unión Soviética. En un principio fue un imperio coreano hasta que fue conquistado por los imperialistas japoneses. Japón ocupó Corea, pero la abandonó tras su rendición el 15 de agosto de 1941. El 15 de agosto de 1948, EE.UU creó Corea del Sur.
Dos sistemas
En la península hay dos países y dos sistemas diferentes. Dos formas diferente de ver la vida. Ambas se miran de soslayo. Corea del Norte atravesó la frontera y llegó prácticamente a las puertas de Seúl, el 25 de junio de 1950. Corea del Sur es económicamente poderosa, pero la del norte se ufana de su poderío atómico. Desde entonces las dos Coreas mantienen un pulso bélico. Corea del Norte estuvo bajo el poder de Kim Il Sung desde 1948 hasta su muerte el ocho de julio de1994. Años después, el ocho de octubre de 1997, su hijo Kim Jong-il fue elegido por la Asamblea Popular secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea. A pesar que es un país cerrado, la prensa internacional informó sobre la gran hambruna que azotó a Corea del Norte, donde se calcula que un millón de personas murieron. El régimen se mantuvo sólido, pero su líder Kim Jong-il fallece el 17 de diciembre del 2011. La dinastía, sin embargo, no se derrumbó y más bien el poder lo heredó Kim Jong-un, considerado el "presidente eterno del país."
País militarizado
Una sociedad repugnantemente militarizada. El periodista Eduardo Estrada asistió en los 80´s a un evento donde estaba el "presidente eterno del país," que se mostraba arrogante y distante. No volvía a ver a nadie, evoca Estrada. El periodista nica llegaba a ese país procedente de una Nicaragua, donde se vivía una eufórica revolución, tras la caída de la dictadura (Somoza), fundada por el General Anastasio Somoza García, en 1934, y perduró hasta 1979. Somoza hijo murió años después de un bombazo en Paraguay. En cambio, en Corea del Norte la dinastía de Kim Il Sung ha sobrevivido al tiempo. Nadie se atreve a cambiar la historia de ese país, como sucedió en Nicaragua. Esa es una dictadura longeva e insoportable.
La Dictadura
Desde que heredó el poder Kim Jong-un es señalado de consolidar su poder, eliminando cerca de 70 funcionarios en los últimos tres años. Si nos atenemos a la información periodística que disponemos, este dictador ejecutó a su tío y mentor Jang Song Thaek, ex vicepresidente de la Comisión Militar Central y al ministro de Defensa, Hyon Yong Chol. Este cometió el terrible delito de quedarse dormido durante un desfile militar!!! No fue una conspiración. La soberbia de Kim Jong-un mantiene aterrorizada a esa nación. El respeto y admiración a su Gran Líder, no es más que termor. Ese ministro de Defensa murió horrorosamente: Un pelotón usó un cañón antiáreo y disparó contra el pobre hombre. Murió totalmente destrozado, según contó la prensa occidental, de la cual nos informamos. Su muerte espantosa fue ante cientos de testigos. El régimen calló.
A pesar que desprecia el antiimperialismo estadounidense, Kim Jong-un es gran admirador del ex astro de la NBA, Dennis Rodman, quien lo visitó sorpresivamente en Pyongyang. Solo la historia sabe si Kim Jong-un morirá de viejo en el poder o una mano enemiga se encargará de cambiar el rumbo de su vida.
