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AL BOLSAZOEdgard Tijerino M.
OTRA VEZ.-Naufragó nuestro béisbol en Juegos Panamericanos. Dos medallas de plata en 83 y 95 y una de bronce en el 2007, son las medidas de nuestras mejores actuaciones desde 1951, cuando el Estadio Nacional, ahora en ruinas, era nuevecito…Nos entusiasmó mucho la medalla de plata conseguida el año pasado en los C.A. y del Caribe de Veracruz y creímos estar listos para mayores atrevimientos… Batallamos con Dominicana, nos acercamos a la victoria sobre Cuba antes de un derrumbe a última hora, y le ganamos a Colombia. Un triunfo y cinco reveses no es algo bueno y quedamos eliminados…Una vez más, los lamentos vienen con música de mariachis. ¿PARA QUÉ IR?.-Eso escucho gritar a fanáticos por las diferentes emisoras, como si alguna vez desde 1935, en la época de los Cayasso, hace 80 años, se hubiera logrado una conquista meritoria…Fuimos a Toronto porque en el 2014 los nicas terminaron segundos de Cuba, encima de Doninicana, Puerto Rico, Venezuela y México. Así que fue un boleto ganado a pulso, con el pitcheo de Wiston López y Juan Carlos Ramírez, incuestionable. Claro, el poderío de Estados Unidos y Canadá, que pueden armar media docena de alineaciones, sólo puede ser retado por Cuba, equipo evidentemente disminuido en su nivel de competencia…En medio de las conocidas y visibles limitaciones, nos sentimos atados frente a pretensiones fuertes. PIENSO.-Que para los próximos retos, hay que hacer una selección de peloteros lo más precisa posible, sacarlos de los eventos nacionales que son poco exigentes, y someterlos a un adiestramiento intensivo y lo mejor dirigido, como lo hizo Carlos García en el inicio de los años 70, cuando contrató a Tony Castaño para darle forma y fondo a aquella inolvidable Selección que llegó a vencer a Cuba dos veces en 1972 y otra en 1976, en enfrentamientos consecutivos…Sólo así, con una concentración de esfuerzos rodeados de las condiciones adecuadas en preparación, fogueo, personal y control de avance, se podrá aspirar a conseguir un nivel de competencia depositario de expectativas.
NOS CUESTA BATEAR.-Frente a los tiradores a los que enfrentamos ahora, todo es más complicado, recordando que el bateo ha sido un punto neurálgico. Pasamos entre el jonrón de Luis Arguello en 1961 y los que conectaron Pedro Selva y Ernesto contra Costa Rica en 1972, pasó un largo rato sin volarse la cerca. Hasta ganarle a un equipo como El Salvador, era por poco, 2-0 en el 72, agregando 1-0 a Argentina…Ahora encontrarse con estos Nate Smith, Thompson, Sewald, Aumont, es mortal. Si en 1972 el pitcheo japonés ponchó a 16 nicas, por qué asustarse que éstos ponchen a 14. Ya lo habíamos visto en Winnipeg 1999 cuando se abrieron las puertas a los profesionales.
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NO HAY PAUSAS.-Estuve 10 días en Toronto y me sentí más interesado por todo lo que pasaba aquí, que por lo que pasaba allá. Increíble, este es el país de los mil clavos. No hay pausa, detrás de un clavo viene el otro, y el internet nos mantiene actualizados en forma torturante, no se nos escapa ni un chisme mal intencionado… En cambio, Canadá da la impresión de ser un país de otro mundo. Dificilmente vi a alguien preocupado por donde anduvimos, y aunque obviamente hay gente con necesidad y se encuentran locos en las calles, a diferencia de Nueva York, se respira tranquilidad… Eso sí, pese a que los salarios son altos, la vida es muy costosa, sobre todo la comida, clavo para el que llega.
NO ES CIERTO.-Que peloteros de otras épocas, estarían hoy, en esta nueva co-relación de fuerzas consiguiendo mejores resultados. Es fácil decirlo, pero ellos nunca estuvieron frente a este tipo de exigencias planteadas por peloteros profesionales, la mayoría con experiencia en las Grandes Ligas…Peloteros de décadas pasadas, sólo enfrentaron a equipos amateurs, limitados por las estrictas normas existentes, integrados por elementos universitarios, como lo eran Hooton, Abbott, Joe Carter, McGwire y tantos otros antes de conseguir el crecimiento que les permitió ampliar diferencias…Estamos viviendo otros tiempos con retos más difíciles y menos preparación. Lo segundo es lo que podemos mejorar y hay que hacerlo.
