Para ese entonces, en la sección comercial de la Embajada de los Estados Unidos en Managua tenían conocimiento del interés de la familia Tefel en buscar un inversionista norteamericano industrial en el área de la refrigeración, ya fuera para el hogar o para el comercio. Fue así como un vendedor de la firma Fogel Refrigerator Company, de Filadelfia, llegó a Managua a la sección comercial de su embajada a buscar referencias de posibles clientes en Nicaragua. En la Embajada le dieron la referencia de la familia Tefel. Luego, este funcionario de Fogel llegó a las oficinas de don Jacobo y, al entrar en su despacho, le dijo: "Por favor, díctele a su secretaria una carta para mi jefe, Mr. William Fogel, acerca de su interés por ser su socio en Centroamérica y dígale que lo invita a visitar Nicaragua". Dos semanas más tarde, William Fogel llegó a Nicaragua y acordó su joint venture con la familia Tefel.
Ello demuestra el gran espíritu y visión del señor Fogel que, en 1966, decidió invertir y asociarse con una familia hasta entonces desconocida para él. Fue gracias a su gran olfato e intuición, para conocer a las personas y las oportunidades de negocios para invertir, que supo que el futuro pintaba prometedor. "Frío con f de Fogel"Fogel de Nicaragua inició en 1967 la fabricación de mantenedoras y congeladores para uso comercial. Los principales clientes de esa época eran la Compañía Cervecera de Nicaragua, las franquicias de Coca-Cola y Pepsi Cola, la embotelladora San José, la Heladera Eskimo y la Pasteurizadora La Perfecta.
Empezó a crecer en los años 70 al exportar al MCCA, y logró posicionar su marca como sinónimo de frío. "Frío se escribe con f de Fogel", se escuchaba en los programas deportivos de béisbol y de boxeo, dos de las grandes aficiones de don Jacobo. Luego, llegaron los años de la guerra sandinista contra la dinastía Somoza, con el triunfo de aquella el 19 de julio de 1979. Entonces, don Jacobo y su familia reciben su primer gran golpe. Su tercer hijo, Juan Carlos, de 20 años había dejado la universidad en los Estados Unidos para unirse a los sandinistas dentro de la coalición antisomocista. Mi primo Juan, a quien tuve el honor de conocer y querer, muere en combate el 14 de julio de 1979, a solo cinco días de que las columnas guerrilleras sandinistas ingresaran triunfantes a Managua. Juan Carlos se había enlistado en la guerrilla sandinista al mismo tiempo que su hermano menor, Federico, pero este tomó una decisión que le cambiaría la vida.
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