LLEGAN LOS CUARTOS.-Y la gigantesca intriga: ¿quiénes sobrevivirán?. El viernes se enfrentan Alemania-Francia y Brasil-Colombia, y el sábado, Holanda-Costa Rica y Argentina-Bélgica…Hay muchas reservas en los pronósticos. Es natural con todo lo que hemos visto, con lo insospechado viajando en un tren bala y sacándonos la lengua, y los resultados enloqueciéndonos…Pienso que en cada caso por poco, pero por muy poco, Alemania es favorito para escapar a la presión que le pueda colocar Francia encima; Brasil por el peso de ser local y la amenaza de ciertas individualidades que casi no se han mostrado, es colocado unas pulgadas adelante del brillante equipo de Colombia, convertido en una de las grandes atracciones de esta Copa, con el accionar de su jugador cumbre James Rodríguez un chavalo que ha provocado asombro, bien apoyado por Cuadrado, por Jackson Martínez, por Teófilo Gutiérrez. Si se quiere es un favoritismo casi imperceptible, pero que existe.

LOS OTROS DUELOS.-Costa Rica ha capturado la admiración del mundo con ese crecimiento impresionante frente a las exigencias, que le permitió ganar impactando el Grupo de la Muerte, saltando sobre tres ganadores de Copas como Uruguay, Italia e Inglaterra, superando en octavos a Grecia pese a batallar con un hombre menos desde el minuto 67. Esta Costa Rica tan inspirada, chocará con Holanda, desde 1974 una de las potencias del futbol aún sin ganar Copas, pero con tres subtítulos. Esa Holanda que cuenta con tres veteranos valiosos e incidentes, como lo son Van Persie, Robben y Sneijder, se ve favorita pese a los inconvenientes que ha atravesado… Finalmente está Argentina tan dependiente de Messi, y también de derroches de energía y destreza como los que hace Angel DiMaría, se fajará con la creciente Bélgica, victimaria de Estados Unidos pese a Howard en los octavos. Este es un duelo realmente impredecible. Me interesa conocer a los atrevidos.

DUELO DESGASTANTE.-Fue el que sostuvieron Argentina y Suiza en los octavos. Sobrevivió el equipo gaucho en un partido extenuante, estrujante, de final enloquecedor, por el gol de Angel DiMaría, una cuchillada que abrió el vientre de la valiente y consistente Suiza, que por varios ratos, se pareció al equipo que hace cuatro años "amordazó" a España…El pase fue de Messi, y la última de las diez oportunidades de marcar que fabricó en el partido con sus gestiones. Exprimido físicamente, Messi tomó un balón y se proyectó con esa flexibilidad que todos le conocemos, por el propio centro, con ángulo visual para los dos lados, cabeza levantada, y rápidamente captó el desplazamiento de DiMaría por la derecha. De inmediato, la pelota al encuentro del remate zurdo del "Angel", para el 1-0. Casi empata Suiza con Dzemiali, pero el cabezazo lo devolvió el poste. Intervención del destino…Quedó la impresión de haber visto a una Argentina algo mejorada atrás, aunque todavía trabada en el medio, pero con esa "arma" que es el genio de Messi, siempre activado, aunque no parezca estarlo.

ASOMAN LOS DIABLOS.-Tanto se habló de Bélgica que todos estaban pendientes de su estallido, es decir de una actuación que lo mostrara como aspirante, y puede decirse que lo logró en la batalla que protagonizó con Estados Unidos en busca del boleto para cuartos. Muy bien lució Bélgica contra un equipo super-esforzado como éste de Estados Unidos, capaz de pelear con una bravura que cautivó a ese país, y ha convertido el fútbol, allá llamado Soccer, en una real atracción, algo impensable hace años. Sin embargo, Bélgica envió una seria advertencia sobre su nivel de crecimiento desplegando un juego lleno de variantes, muy agresivo, solo sujetado por los milagros de Tim Howard en la cabaña, defendiéndola como un gato agigantado…Los goles de Kevin De Bruyne y de Lukaku, recién ingresado, y provocador del primero, le permitieron a Bélgica soportar sin sangrar el de Green, que sólo recortó el marcador 2-1, con los llamados Diablos Rojos, retando a la Argentina de Messi en cuartos.

CHEQUEEN ESTAS CIFRAS.-Construidas por Lionel Messi y Angel DiMaría batallando por largo rato con la fuga de energías, rumbo al exceso de fatiga, mientras el reloj pisaba el acelerador…DiMaría, que corrió tanto como de Río a Nueva York, envió 18 centros, realizó 12 remates y marcó el único gol del duelo; Messi, siempre en movimiento rodeado de adversarios, fabricó 10 oportunidades de marcar, tres de ellas con posibilidades abiertas para su zurda, y dibujó ese trazado preciso hacia el "Angel" finalmente destructivo…En un Mundial en que lo único seguro en los vaticinios es la inseguridad, el primer tiempo de esta batalla obligó a tal agitación, mientras los dos equipos se fajaban bravamente por abrirse paso de diferentes maneras hacia el área enemiga sin perder tiempo, excediéndose en intensidad sin preocuparse por desgastarse prematuramente…Pocas veces logró Argentina sacarle provecho al cerco que los suizos fabricaban para entorpecer la gestión de Messi, y fue necesario cambiar a DiMaría hacia la izquierda enviando a Lavezzi por la derecha con Higuain en el centro en su función de verdadero "9", para buscar mejores penetraciones, aprovechando la extensión que conseguía Rojo por la izquierda, y la presencia de Gago y Mascherano.