El fotógrafo del señor Presidente

Por Denis García Salinas /Fotos: Jairo Cajina

El único fotógrafo que ha estado dos veces con el presidente en los
80 al 90 y después del 2007 a la fecha ya con César Pérez.

Cuando el presidente Daniel Ortega aparece ante los periodistas en una actividad pública, ningún fotógrafo tiene la oportunidad de captarlo de cerca, excepto los fotógrafos del Gobierno. Los fotógrafos de los periódicos y de las agencias internacionales de noticias en el país se lamentan de no poder estar cerca del mandatario. Los más viejos de esa profesión recuerdan con nostalgia los días lejanos de la Revolución Popular Sandinista cuando Ortega, que llenaba su rostro circunspecto con su gran sonrisa, se rodeaba de periodistas y fotógrafos, que disparaban, sin cesar, sus flashes como maniáticos. En ese entonces el rostro reservado de Ortega, con sus espesos bigotes y su infaltables anteojos, aparecía en los diarios de mayor influencia del planeta. Eso es historia. Ahora los tiempos han mudado de aires.

Ortega ya no aparece frecuentemente en público ni ofrece conferencia o da entrevistas a los periodistas, exceptuando a la televisión rusa en español. En las últimas fotografías colocadas en muros, paredes, puentes y vallas publicitarias diseminadas por el país, Ortega aparece sin anteojos, pero conservando sus enraizados bigotes.

Actualmente, dos fotógrafos Jairo Cajina y César Pérez tienen el privilegio de estar a pocos pasos del Presidente Daniel Ortega y de Rosario Murillo, portavoz del Gobierno. Pero es Cajina, quien con su portentosa cámara, capta nítidamente la imagen de Ortega y de la Coordinadora de los Consejos de Comunicación y Ciudadanía, en los actos del Gobierno. Cajina y Pérez son prácticamente los dos únicos fotógrafos que transpiran cerca del poder.

A los fotógrafos de los periódicos y agencias noticias extranjeras en Nicaragua les ocurre también lo que experimenta el cuerpo de prensa fotográfico que cubre la Casa Blanca en Washington. Cajina afirma que es normal que el fotógrafo oficial del Presidente tenga las ventajas de captar las mejores fotos sobre el mandatario. Eso sucede en todos los países.

Así como Jairo Cajina se ha convertido en la sombra del Presidente Ortega, en EEUU, Pete Souza es el fotógrafo de Barack Obama. Por eso, Souza tiene la oportunidad de retratar los mejores ángulos de Obama en Salón Oval. Este natural privilegio engendra la irritación del resto de coléricos fotógrafos que cubren la Casa Blanca sin las libertades de Souza.

Souza es una auténtica sombra de Obama. Este fotógrafo persigue como un sabueso al presidente del país más poderoso de la tierra. Incluso en el gigante avión Air Force One, Souza está con su cámara listo para captar ese instante que será luego publicado en diarios del país. Según los corresponsables de los periódicos que cubren la Casa Blanca, de los 315 viajes que Obama ha realizado a bordo de ese avión, Pete Souza ha estado en 313 vuelos. Después de cada vuelo, Souza capta las fotos más espectaculares del presidente Barack Obama, que posteriormente aparecen publicadas en los periódicos. Así pasa también con Jairo Cajina que ha perdido la cuenta de los viajes tanto en el interior como fuera del país, acompañando al comandante Ortega.

Algunos fotógrafos en EEUU se lamentan que solo en dos oportunidades han fotografiados a Obama. Los periódicos y revistas se tienen que conformar con las fotos que distribuyen la Casa Blanca a través de las redes sociales.

Los fotógrafos se quejan que esas imágenes son pura "propaganda" del Gobierno, pero éste alega que lo hacen para proteger al presidente porque cualquier puede manipular fotos para dañar la imagen de Obama.

El fotógrafo Souza, de 58 años de edad, ha tomado fotos también al ex presidente Ronald Reagan y continuado tomando fotos a los hombres más poderosos de la tierra. Esto ha desatado una epidemia de rabia entre sus colegas que cubren a Obama. Así sucede en Nicaragua, donde Cajina y Pérez se dan el lujo de abordar una avioneta o un helicóptero para captar con sus lentes las mejores fotos sobre las obras del Gobierno y de todas las actividades de Ortega.

Jairo Cajina es un fotógrafo profesional, muy experimentado, que ha cubierto las actividades presidenciales de 1986 a 1990, fecha de la derrota electoral del candidato sandinista Daniel Ortega por la candidata de una coalición variopinta de 14 partidos opositores, Violeta Chamorro. Desde los 90, el fotógrafo oficial fue Jorge López. Cajina volvió a retomar el trabajo de fotógrafo presidencial en el 2007 que Ortega vuelve al poder, tras ganar las elecciones del 2006. Es un trabajo pesado, pero tanto Cajina como César Pérez parecen disfrutarlo.