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Correos Corporativos
EDICCION ESPECIAL POLICIA 2013
EDICCION ESPECIAL EJERCITO 2013

¿HA CADUCADO?.-El recuerdo de la acción realizada aquel 21 de septiembre de 1956, paralizando el país, por Rigoberto López Pérez?...Me lo pregunto al ver que en las ediciones correspondientes a esa fecha, no apareció nada en los dos periódicos principales de este país, como si se les hubiera olvidado el ajusticiamiento de Anastasio Somoza García, lo que por tanto tiempo fue calificado "el inicio del fin de la dictadura"…Se me ocurrió pasar por el monumento que levantó la Alcaldía en tiempos de Nicho Marenco, para ver si todavía estaba ahí, y fue bueno comprobarlo…No sé que tratamiento se le da en las escuelas a la acción del héroe y mártir, que no dijo que moría por la patria, sino que simplemente lo hizo, mostrando su grandeza interior, pero sería imperdonable obviarlo.

FUE SUBLIME.-La explicación ofrecida por el Dr. Danilo Aguirre sobre Rigoberto, diciendo que "hay que verlo como una acción de legítima defensa del pueblo de Nicaragua, contra la dictadura que lo oprimía, que lo mataba, que lo entregaba al extranjero y que lo enviaba al exilio", agregando: "no todos los magnicidios pueden catalogarse como legítima defensa de un pueblo, solamente aquellos que llegan a ser convalidados por la historia, que es el caso de Rigoberto"…En los primeros años de la Revolución, se multiplicaron esfuerzos reivindicando la acción del patriota con un preciso sentido de la objetividad, lo que hubiera sido improbable con otro tipo de gobierno…No se puede olvidar aquel momento en que su monumento fue cubierto por una bandera nacional.

ACTO HEROICO.-El Dr. Peter recomienda en uno de sus libros. "No ande buscando quién sea su héroe. ¿Por qué no trata usted mismo de ser su propio héroe?". Exactamente eso es lo que hizo Rigoberto: tomó la decisión, asumió por completo la responsabilidad sin involucrar a otros, y entregó su vida sin pedir nada, ni siquiera un palmo de tierra para su sepultura...¡Cómo no admirarlo!. Yo crecí como estudiante con una imagen clara del sacrificio que muchas veces propone el patriotismo a seres excepcionales, gracias a Rigoberto...Era necesario asestarle un golpe a la dinastía, mostrar su vulnerabilidad pese al temible aparato represivo, y Rigoberto fue a fondo, con el corazón en los dientes y la pistola firme y certera, en su mano...Su acto, fue un poema.

¿SE PUDO SALVAR SOMOZA?.-En una publicación hecha por "Siete Días" en conversación con el Dr. Clemente Guido, se asegura que desde el corazón del operativo en San Salvador, fue enviada una contraorden para detener la ejecución, pero el Dr. Guido no pudo hacer contacto con Cornelio Silva, en tanto el Dr. César Amador Kuhl, afirma que las tres balas que acertaron a Somoza, una de ellas que estaba dentro del conducto raquídeo en la parte lumbar, era verdaderamente peligrosa, pero ninguna mortal. "Aquí se hubiera podido hacer la operación", apunta el médico conservador quien hizo una valoración del estado del tirano antes de zarpar hacia Panamá. Según el Dr. Amador lo mató la aplicación de anestesia total, en lugar de local o epidural, porque le provocó una trombosis y entró en coma para no salir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EL MOMENTO.-En el libro La saga de los Somoza, Agustín Torres Lazo apunta: Rigoberto se acercó bailando al sitio en que se encontraba Somoza. Se subió la guayabera para sacar el revolver con la mano derecha al mismo tiempo que se acuclillaba ligeramente, levantó el brazo armado y lo apoyó con firmeza sobre la muñeca izquierda, abrió las piernas para sentarse mejor en su posición de tiro y martilló decidido las cinco que tenía en el tambor de su arma. Somoza acusó de inmediato el impacto de las mismas. "! Bruto, animal! ¡Ay, Dios mío!", exclamó y se fue reclinando lentamente en el sillón, deslizándose un poco hacia abajo. Corrales Rojas, quien como otros creyó al principio que eran triquitraques los que reventaban, giró la cabeza a la izquierda buscando la procedencia del ruido, y reconoció a Rigoberto en el mismo instante en que alguien le asestaba un tremendo culatazo en la mandíbula. "Si es el poeta López", dijo Corrales, con una expresión de terror en su rostro.

AQUI YACE.-Eduardo Galeano, autor de Las Venas Abiertas de America Latina, un libro obligado a ser leido por todos, escribió lo siguiente: En plena fiesta, Rigoberto López Pérez, poeta, dueño de nada, voltea de cuatro balazos al dueño de todo...Un avión norteamericano se lleva al moribundo Tacho Somoza a un hospital norteamericano, en la zona norteamericana del canal de Panamá, y en lecho norteamericano muere. Después lo entierran en Nicaragua, con honores de Príncipe de la Iglesia... Somoza llevaba veinte años en el poder. Cada seis años levantaba por un día el estado de sitio y celebraba elecciones que lo confirmaban en el trono. Luís, el hijo mayor, el heredero, es ahora el hombre más rico y poderosos de América Central. El presidente Eisenhower lo felicita desde Washington... Luís Somoza se inclina ante la estatua de su padre, héroe de bronce que galopa, inmóvil, en pleno centro de Managua. A la sombra de las patas del caballo, pide consejo al fundador de la dinastía, guía del buen gobierno, multiplicador de cárceles y negocios; y después cubre de flores su tumba monumental...Burlando la vigilancia de la guardia de honor, la mano de alguien, mano de todos, ha garabateado de apuro este epitafio sobre el mármol de la tumba: Aquí yace Somoza, algo mas podrido que en vida.

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