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UNA GRAN NOCHE.-Será para mi, para Chilo y para el resto de la familia, la de mañana martes en el Instituto de Cultura Hispánica, cuando presente mi libro ¡Bravo Denis!, un trabajo pormenorizado sobre la brillante trayectoria deportiva, y sobre todo, graficando como factor humano, a Denis Martínez… Pese a mis casi 68 años, a que éste es mi quinto libro después de “El Mundial Nica”, “El Flaco Explosivo”, “Doble Play” y “El ídolo no muere”, y el haber atravesado más de 40 años escribiendo, siempre hay emoción alrededor de un proyecto como éste… Así que fue natural sentirme dos pulgadas más alto, cuando Julio Santamarina de Inpasa, me entregó el sábado el primer ejemplar. Claro, ya había elaborado unos tres en Xerox, tamaño carta y con espiral, de los cuales, uno queda para el baúl de los recuerdos.

BRAVO DENIS.-Por habernos ofrecido ese esfuerzo sostenido tanto en el terreno como en la vida, que incluyó ese enderezamiento impresionante, todo un ejemplo a seguir, inyectándonos motivación para no bajar nunca los brazos, por muy adversas que sean las situaciones que se presenten…Bravo por el rendimiento conseguido en el mejor beisbol del planeta, fajándote con verdaderos astros en batallas brazo a brazo…Bravo por tu terquedad para no volver a flaquear y excederte trabajando 23 años, retando el desgaste, hasta lograr tumbar la marca del glorioso dominicano Juan Marichal… Bravo por ser un espejo para tus hijos, todos ellos bien construídos junto con el apoyo decidido de tu esposa Luz Marina, un farol permanentemente encendido a tu orilla… Por eso, el título del libro.

LA DEDICATORIA.-Es la siguiente: Detrás de cada movimiento en la vida de Denis Martínez, y de cada lanzamiento que hizo, siempre estuvo la mirada, la preocupación y el apoyo de su esposa Luz Marina. Fue ella, con su fe, amor y solidaridad, quien mantuvo una luz sobre sus acciones. Cuando flaqueó, ahí estaba, con sus brazos extendidos, lista para ayudarle a salir del pozo de las dificultades. La madre de sus cuatro hijos, ha sido siempre, su más grande fanática, su más fuerte soporte, su mayor inspiración. ¿A quién más puedo dedicarle este trabajo?...Con mi abrazo, y el de Chilo por supuesto.

EL PROLOGO.-Lo escribió Carlos Fernando Chamorro, un gran amigo de largos años, periodista de capacidad indiscutible quien ha conseguido un profundo respeto. Les entrego estas líneas de ese escrito: Edgar tuvo que vencer un obstáculo adicional que nunca se había planteado al escribir un libro, ni siquiera en sus dos trabajos anteriores sobre Alexis Argüello. ¿Cómo escribir sobre un amigo entrañable, sin hacer una apología? ¿Cómo indagar sobre la obra y la vida del amigo, con el mismo rigor crítico que se le aplica al adversario más enconado? En este libro, Tijerino no le hace concesiones a Denis. El texto está escrito con cariño fraternal, no hay duda, pero primero está la obligación del periodista profesional y después el amigo de toda la vida. Se pregunta Edgar “¿en realidad fue tan bueno?”, y examina minuciosamente los récords, hace las comparaciones pertinentes, para persuadirse a sí mismo y de paso convencernos a los lectores de que sí fue uno de los más grandes, y pudo haber llegado más lejos aún.

GRACIAS SERGIO.-Ser amigo de Sergio Ramírez y no aprovechar esa confianza para solicitarle un aporte, es tonto, y una vez más, en la contraportada, aparece la opinión del notable escritor: Una historia dramática desde su infancia de muchacho pobre cuyos padres soñaban verlo ingeniero, su lucha por dominar la perfidia del alcohol, como terminó dominándolo, porque allí también, a fuerza de voluntad, dejó con la carabina al hombro a la fatalidad. Todo está contado en esa prosa nerviosa y ágil de Edgar, el mejor cronista de las vidas y gestas de los héroes deportivos a quienes los dioses protegen desde las alturas del Olimpo. La leyenda de los grandes pítcheres nicaragüenses de todos los tiempos se abre con la figura de José Ángel “El Chino” Meléndez, mítico también en mi memoria y se cierra con Denis Martínez, impasible en la colina hasta el último out de su Juego Perfecto, que, a lo mejor, dentro de cien años se pensaría que nunca existió, porque las leyendas son así, a no ser porque Edgar Tijerino ha dejado constancia en este libro de la vida de quien lo lanzó, y de sus demás proezas inolvidables.

FINALMENTE.-Un reconocimiento a René González Presidente del Instituto de Cultura Hispánica, quien siempre ha estado atento para apoyarme abiertamente como lo ha hecho en esta ocasión, junto con su eficiente equipo en el cual milita la incansable Mirna Valverde, y la extensión a Carlos Rivera de Inpasa, otro gran soporte que he tenido en diferentes proyectos… Por supuesto, sin los amigos que me patrocinan, no me atrevería a la publicación de libros. Se los agradezco… Espero pues, que el día de mañana, pasemos una noche agradable en el local del Instituto en Las Colinas…Ahí estará Denis, listo para cambiar impresiones y firmar libros. ¡Ah, casi se me olvida! El costo del libro es de 200 córdobas.