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Así como los aficionados del fútbol o el béisbol celebran momentos eufóricos de triunfos. Así la dirigencia histórica de la FSMN recordará El Asalto a la Casa del Maestro, la Gran Marcha por la Dignidad Magisterial, el Diálogo de 20 horas con Somoza y el despido de 300 educadores. Hechos que cumplen 42 años. Este 20 de agosto será el agradable encuentro histórico -entre la nostalgia y la alegría del futuro- que es conocido como el evento gremial más importante realizado por los maestros en Nicaragua. Será en el recinto de la UNAN-Managua donde todos llegaremos con el corazón entusiasmado.

En efecto, este 20 de agosto se cumplen 42 años que fue asaltada la Casa del Maestro en la Calle 15 de Septiembre frente a la Foto Lumington de la vieja Managua. Una turba de nicolasianos del Distrito Nacional con piochas, macanas, puñales, palas, machetes y una que otra pistola, se abalanzaron sobre las puertas haciéndolas astillas. Al frente iban las archisomocistas Nicolasa Sevilla y Zayda Fernández Viceministra del DN, y grupos de trabajadores que los llevaron en camiones que gritaban “mueran los maestros sandino comunistas”, un slogan de la guerra fría.

En la asamblea de la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua (FSMN), 800 de ellos con sus dirigentes analizaban el pliego petitorio que días antes había sido enviado al presidente Anastasio Somoza Debayle, al Ministro de Educación Antonio Mora Rostrán, al Ministro del Trabajo Ernesto Navarro Richardson, al COPEN y a las Universidades UNAN y UCA. Los maestros asambleístas salieron y se defendieron como pudieron, por fortuna llegaron estudiantes del Maestro Gabriel y el Ramírez Goyena que hicieron salir despavoridos a los asaltantes.

Posteriormente, los temidos general Juan Francisco Saldaña y el teniente Ronald Sampson comandando una patrulla de la guardia nacional sacaron a los educadores de su casa en fila india. Rosa Pereira (q.e.p.d) y Herlinda Rodríguez preguntaron a Saldaña “porqué nos saca de nuestra casa. Esta es la casa del Maestro”. A lo que el rudo militar levantando su metralleta dijo: “aquí mando yo; les doy cinco minutos para que salgan; de lo contrario no respondo”. En la acera estaban los universitarios, a la cabeza el presidente del CUUN Hugo Mejía, quien los llevó al club universitario.

El 23 de agosto Somoza envió a directivos de la FSMN un telegrama citándolos a Casa Presidencial para discutir el pliego petitorio que contenía: aumento salarial del 35%, un escalafón técnico por méritos, jubilaciones con 60 años de edad y 30 de servicio y libertad sindical. Los maestros de la FSMN estuvieron reunidos 20 horas con Somoza, sus ministros, el Estado Mayor del Ejército y jueces del AMROC. Hubo muchas tensiones entre las partes. Al final Somoza prometió que cumpliría 15 días después, que nunca llegaron. El dictador engañó a los maestros e hizo correr la bola en Novedades y Canal 6 que los dirigentes habían recibido 20 mil córdobas cada uno.

La lucha magisterial arreció en todo el país, tanto así que hizo temblar los cimientos podridos de la dictadura somocista, sin embargo el dictador cerró el curso escolar el 13 de octubre de 1969. Lanzó a la calle a 300 educadores. Muchos lucharon hasta formar la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN); otros se integraron a la guerrilla del Frente Sandinista. La lucha magisterial dio pautas fuertes para que en Nicaragua hubiese movimientos que al final tumbaron a una dictadura de 45 años calificada como la más cruel, arbitraria y destructora de América Latina.

Estamos seguros que las nuevas generaciones ni siquiera habían escuchado las siglas FSMN. Se trata de la organización magisterial que vivió con gran intensidad la más gloriosa jornada de luchas tratando de alcanzar las reivindicaciones más sentidas. Hace 42 años los maestros se enfrentaron a la tiranía somocista. Las huelgas y marchas callejeras fueron brutalmente reprimidas por la Guardia Nacional. Cientos de maestros fueron golpeados, encarcelados, fichados, chantajeados o de-saparecidos. Esas generaciones de maestros conquistaron la palabra dignidad para el magisterio. Se enfrentaron a la dictadura por la dignificación de esa noble profesión y allanaron el camino para las generaciones que hoy lo ejercen. Ahora en Nicaragua los maestros presentan sus peticiones y reclaman sus derechos sin temor a violentas represiones como las ejercidas por el somocismo. La lucha de la FSMN tuvo un gran apoyo nacional e internacional en su momento. La causa noble de la dignificación magisterial lo merecía y sigue mereciéndolo.