"Rincón de nuestra Historia"

Nicaragua en mis recuerdos

II Parte

Por José Rizo Cartellón

Me decía el General Alfonso Valle, que Jinotega quería decir en lengua indígena, lugar de los piojosos, por abundar en tiempos pasados estos parásitos, ya que por el frío la gente se bañaba poco. Yo replicaba haber escuchado que ese nombre significaba Lugar Escondido, porque una pareja de enamorados, según la leyenda, se había refugiado en ese montañoso lugar para formar, como dos quetzales, en las alturas y a escondidas, su nido de amor. Creo que tanto ese General amigo, como este su soldado, estábamos fantaseando.

Lo único que se sabe, es que el pueblo estaba primitivamente dividido en dos partes, separadas por la plaza; una, al norte, de indios; y la otra, al sur, de españoles. Con el tiempo, indios y españoles llegarían a fundirse en sangre e intereses.


	*Roberto Sacasa*

El departamento, cuya cabecera es Jinotega, fue creado a fines del siglo pasado, durante la administración del doctor Roberto Sacasa, por gestiones de don Ignacio Chávez, ex presidente de la República y del Senador don Francisco López Guerra, siendo su primer alcalde don Juan González Zeledón. Al Presidente Chávez le conocí años más tarde en León, cuando visitaba nuestra casa de estudiante, viviendo el noble anciano, el sino de los antiguos mandatarios de nuestra patria: una digna pobreza.

Por los meses de febrero y marzo se encontraban por las calles de Jinotega hombres envueltos en frazadas. Eran los carreteros de León, única ciudad con que comerciaba mi pueblo natal, quienes por su propia cuenta o contratados por empresarios, llegaban a cargar el café que se producía en la región. Traían éstos a su vez sus carretas cargadas de sal, harina, plátanos, cocos, sandías, etcétera. La sal la compraban los comerciantes para almacenarla en los patios de sus casas, en bodegas especiales llamadas trojes, para luego venderla en invierno por tres o cuatro veces del valor de compra, cuando la comunicaciones estaban interrumpidas con León.

Continuará...