ARCENIO MEJÍA SÁNDIGO:UN POETA DE RÍO SAN JUAN
La poesía de Río San Juan, esa tierra lacustre, tiene su auge poético, pictórico y artesanal en las bellas islas de Solentiname. La poesía inicia como un movimiento vigorizante en los famosos talleres de poesía dirigidos por el poeta Ernesto Cardenal. Esta región de nuestro suelo ha sido tema de la literatura nacional. En primera instancia en la novela El Comandante de Fernando Silva y en numerosos cuentos escritos a lo largo de su trayectoria narrativa. En la poesía basta mencionar tres poetas; Ernesto Cardenal, con el poema el Estrecho dudoso, Pablo Antonio Cuadra con su Cantos de Cifar y José Coronel Urtecho que vivió y se inspiró del Río San Juan.
Los primeros compiladores y editores de esta poesía son Marianela Corriols y Francisco Terán, que reúnen a 18 poetas en la antología, Raudales de poesías: ecos del río. Al respecto, la poeta Maríanela Corriols, expresa: "Al leerlos encontramos al menos tres grandes vertientes temáticas: la histórica-geográfica, la vivencia de la guerra insurreccional y de liberación y las historias personales familiares y amorosas".
Un joven poeta del río y
del lago de Nicaragua
En la temática de la poesía amorosa ubicamos a Arcenio Mejía Sándigo, poeta y pintor, con su libro Amores sublimes. Nació en El Rama en 1982, siendo su primer poema el dedicado a su padre en 1996. Actualmente reside en la comunidad de Los Chiles, San Carlos, y es docente del Instituto Carlos Fonseca Amador.
Su poesía se caracteriza por una voz lírica, cargada de melancolía, cuyo objeto estético es la mujer, en una amorosa percepción de la vida, pero también cargada de una atmósfera trágica en relación con el desamor, todo el poemario visto como un sueño: "Por la azulada calleja en invierno / bajando las escalinatas con este verso/ vengo y voy; Así de esta manera /me muero de ensueños". El poemario camina por un paralelismo entre el amor y la nostalgia de la vida. Existe cierta inconformidad con el poeta mismo y sus sentimientos.: "Mírame soy franco y hablo con tersuras./ Estoy preso de un estigma de tus labios".
Otro logro importe es la belleza de la palabra poética en una verbalidad lírica, pero a la vez dramática; construye la imagen que por el alma de la poesía adquiere un expreso de sueños, onírica, idílica, que conmueve y deleita en un gozo estético, afectivo y emocional: "Pero me hacen falta también la lágrima / y una espera más,/ el antro interno de lo irrevocable./ Un algo de palabras, de intrigas, una guitarra, un puerto./ Y un amor insatisfecho de cantatas mojadas".
En conclusión nos encontramos con poeta joven, con una poesía que se convierte por su lirismo en una voz nueva, vigorizante, llena de belleza crepuscular, muy especial de los otros poetas coterráneos, pero que además pinta, palabra y pintura, verso y pinceles, vida y nostalgia, amor y desamor, pero sobre todo una poesía para vivirla, para sentirnos allá, en lo más profundo del corazón de este joven poeta.
