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Caída de precios del petróleo, una victoria pírrica?

Por Carlos Escorcia Polanco

Las oligarquías latinoamericanas se frotan las manos morbosamente ante el vertiginoso desplome de los precios del petróleo, con la esperanza que esto provoque la caída de la Revolución Bolivariana de Venezuela.

La esperanza de las paralelas históricas auto-denominadas "sectores democráticos", clientes de la misma potencia extranjera que asesinó a Sandino y nos impuso a la tiranía somocista, es que la caída de la Revolución Bolivariana, tenga un efecto carambola y provoque también la caída del gobierno de Daniel Ortega.

Las cosas no son tan fáciles como parecen a simple vista. El fenómeno de la caída de los precios del petróleo es más complejo de lo que quisieran las oligarquías Latinoamericanas.
El mundo continúa enfrentando una precaria economía que de acuerdo con el analista de la CIA JimRickards, está al borde de un colapso financiero de consecuencias imprevisibles aun para los más agudos expertos.

Para Richard Wolff, catedrático de economía de la universidad de Massachusetts, la caída de los precios del petróleo es un arma de doble filo, con ganadores y perdedores a corto y largo plazo. Mientras para el hombre común, significa un ahorro inmediato en la bomba de gasolina, para la bolsa de valores es una espada de Damocles que pende sobre su cabeza.
Países como Arabia Saudita, los Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Irak, Libia y Nigeria, invierten sus multimillonarias ganancias en bonos del gobierno estadounidenses y acciones de la Bolsa de Valores de Nueva York.

El ciudadano común y corriente que se vé beneficiado con la baja de la gasolina, no invertirá ese excedente en la bolsa de valores, sino en urgencias familiares como pago de deudas, compra de medicamentos, ropa, reparaciones de su vivienda o su automóvil.

La continua caída de los precios del petróleo, inevitablemente eliminará del mercado a los nuevos productores norteamericanos del fracking, los cuales no podrán competir con precios inferiores a los 60 dólares el barril, cuando el petróleo ya se cotiza a menos de 50 dólares el barril.

La burbuja inmobiliario estalló en los años 2000 y 2009, desatando la peor recesión económica en Estados Unidos y resto del mundo, desde la gran recesión de 1929. La próxima burbuja a explotar parece ser la burbuja del fracking, la cual está afectando las economías de Rusia, Irán y Venezuela.

El pánico ya se ha apoderado de los mercados financieros especialmente en Nueva York en donde el índice Dow Jones, perdió la semana pasada 300 puntos, el peor bajón desde la crisis económica de 2009.

Mientras tanto, el presidente de Venezuela negoció en Pekín, un paquete financiero de 20 mil millones de dólares que le permitirá sortear la crisis, al menos mientras se recuperan los precios del petróleo que según analistas chinos si se recuperarán.

A casi un año que el profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, el alemán Heinz Dieterich predijera en CNN en Español la caída del presidente Nicolás Maduro para Marzo de 2014, este sigue en Miraflores y mas bien retornó triunfante de China con un paquete financiero en mano otorgado por el gobierno chino.

Si la caída de los precios del petróleo, tenían como objetivo asfixiar las economías de Rusia, Irán y Venezuela, el pánico bursátil parece indicar que podría producirse un efecto boomerang en donde difícilmente podrá cumplirse la  fallida "profecía" del profesor Dieterich que Maduro sería derrocado en Marzo de 2014, acabando de paso con las esperanzas de la oposición nicaragüense de derrotar al presidente Daniel Ortega.

[Carlos Escorcia Polanco es analista político nicaragüense, afincado en Los Angeles, California]

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