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Correos Corporativos
EDICCION ESPECIAL POLICIA 2013
EDICCION ESPECIAL EJERCITO 2013

El Indulgente arresto de Bendaña

Por Denis García Salinas/Desde Mi Ventana

Hasta el momento nadie sabe a ciencia cierta cómo escapó de su residencia Roberto Bendaña, bajo arresto domiciliar. Esta es una medida cautelar alternativa a la prisión preventiva que restringe los movimientos de la persona al interior de una vivienda. Sin duda  ese tipo de arresto es preferible a estar entre barrotes en una cárcel hacinada de Managua. Bendaña gozó de un privilegio que muchas personas jamás disfrutarían tras cometer un ilícito. Bendaña solo podría salir a la calle con autorización judicial. En muchas legislaciones, se le restringe o se le prohíbe las visitas fuera de casa e inclusos las comunicaciones. Además, a toda persona bajo arresto domiciliar, como Bendaña, está vigilado por un policía a fin de que haga cumplir la medida dictada por el juez. En otros países, a esas personas, restringida de su libertad, se les controla a través de un brazalete en el tobillo. Ese sensor electrónico transmite una señal a un auricular de la base. Eso se ve hasta en las películas de acción estadounidenses. En esas naciones desarrolladas controlan al detenido, haciendo llamadas automatizadas que no requieren contacto humano. Se les hace llamada al azar y la voz del detenido está registrada para compararla a fin de saber que él responde.  Tanto la vigilancia electrónica como el arresto domiciliar son consideradas alternativas económicas por el costo que le tocaría al Estado mantenerlo en una prisión. Pero el país no cuenta con esa argolla electrónica.

Historia

El arresto domiciliar se empezó aplicar como una medida cautelar alternativa a la prisión preventiva desde  1900. Hay muchos casos de personas que han sufrido arresto domiciliar: Políticos, diplomáticos, ex primeros ministros, dictadores (el ex dictador Augusto Pinochet fue puesto bajo arresto domiciliar por orden de la Corte Suprema de Chile el 5 de enero del 2005), y el sanguinario Pol Pot, ex primer ministro de Comboya, gozó de ese privilegio tras ser depuesto, etc. Y, por supuesto luchadores por la paz. Nos referimos a Aung San Suu Kyi, galardonado con el Premio Nobel de la Paz 1991 y líder del movimiento en favor de la democracia en su país, ha estado bajo arresto domiciliar durante la mayor parte de los últimos 20 años. Bendaña nunca hubiese soportado tanto tiempo. Suu Kyi fue arrestada en 1989 y puesta en libertad el 13 de noviembre de 2010. Este último caso es, diametralmente, distinto a los del trío procesado por estafa. Aquella luchaba por la paz, éstos conspiraban contra la estabilidad económica del país, según el fiscal.

A los pobres que los defienda Dios

Algunos nicaragüenses por el hecho de estafar a otra persona con unos trescientos dólares, o por robarse un nacatamal, inmediatamente es detenido, su casa allanada y subido a la camioneta de la Policía como un fardo y luego llevado a las cárceles, violando el principio de inocencia y nuestra propia Constitución. La reclusión es la alternativa a la de arresto domiciliar de los imputados de escasos recursos. Esta Ley Fundamental sostiene "el domicilio solo puede ser allanado por orden escrita por un juez competente".  En cambio, Roberto Bendaña, Álvaro Montealegre y Hugo Paguaga disfrutaban de arresto domiciliar a pesar de que su caso es de millones de  córdobas. Ningún policía se presentó a las residencias de estos procesados a sacarlos a la fuerza. No sufren el escarnio de los pobres. Las autoridades  los trataron con guantes finos. Incluso el propio fiscal Armando Juárez, tras conocer la huida de Bendaña, reconoció que al prófugo se le trató con indulgencia. Muchos se preguntaban, entonces, dónde está ese principio que todos somos iguales ante la Ley. Bendaña quebrantó la ley y ahora es buscado por la justicia. Mientras "a los pobres que los defienda Dios",  como decía (en 2001) el ex magistrado de la CSJ, Arturo Cuadra Ortegaray. Tal vez. Además, muchos se preguntan en la calle que el beneficio del arresto domiciliar se otorga cuando la persona es mayor de 70 años, personas que sufran una enfermedad en estado terminal, mujeres embarazadas y durante la lactancia. En el caso de Arnoldo Alemán, condenado por actos de corrupción,  salió de la cárcel del Centro Penitenciario de Tipitapa, alegando su médico que era un valetudinario. Tuvo arresto domiciliar, luego le cambiaron la figura jurídica. Actualmente, es un hombre libre.

Claroscuros en huida

El diputado liberal Eliseo Núñez Morales, sin tapujo alguno y amparado en su inmunidad, reveló que a Bendaña le ayudaron a salir del país  sus correligionarios Graciela Zambrana Mercado y Orlando Moncada, ex candidato a la alcaldía por el municipio de Santa María. Inmediatamente ella respondió: "Me lo va a tener que demostrar".  Y no sólo eso, Morales afirmó que Bendaña "sobornó a la Policía para salir o se arregló con alguien grande del Frente." El Comisionado Fernando Borge se limitó a responder: "No vamos a contestar ninguna pregunta sobre este caso en este momento".  Nadie sabe ni se informó en los diarios si las autoridades habían investigados a las citadas personas supuestamente implicadas en la huida del detenido. Tampoco se interpeló al diputado Morales para que demostrara, con pruebas, sus afirmaciones.  Después de eso la opinión pública está en el limbo.  Las autoridades no han aclarado todavía cómo huyó Roberto Bendaña de su residencia, a pesar que había un custodio. La Ley es rigurosa con los que cooperan y facilitan a la huida de un detenido que ha quebrantado una medida cautelar.

El empresario estaba bajo arresto domiciliar, mientras esperaba ser enjuiciado por cometer supuestamente estafa, fraude y crimen organizado. El dijo, después de su huida, "Estaba muy pendiente de los policías que resguardaban mi seguridad. Se presentó una oportunidad, un descuido, salí caminando." Después asegura que "no había ninguna negociación ni con el policía más pequeño ni con el más grande, ni muchos menos con el Gobierno". Después dice que" tomé un transporte público, un taxi…" "Eso lo considero como si el mismo Señor me abrió las puertas". A pesar de ese irrazonable argumento,  no se sabe también aún quién o quienes cooperaron para que Bendaña violara la medida cautelar dictada por un juez. Frecuentemente el oficial encargado de custodiar la casa del procesado, termina en muchos casos, al final, siendo cómplice del vigilado. No podemos asegurar que este sea el caso del custodio de Bendaña, pues no tenemos pruebas suficientes para achacarle complicidad. Pero el silencio alimenta la especulación. En muchos países que se ha utilizado esa medida cautelar se ha descubierto también que esas personas que viven en villas y mansiones se les ha visto divirtiéndose en discotecas y clubes. Igualmente, aquí un medio informó que a Alvaro Montealegre, uno de los detenidos con arresto domiciliar, se le vió en una playa de San Juan del sur.  Pero ninguno de los periodistas preguntamos si era veraz esa información o era un simple rumor periodístico, sin bases.

La borrasca interna de  Bendaña

El arresto domiciliar causa una tormenta en la psiquis del detenido, sobre todo cuando éste nunca ha caído en una celda del país.  Nos imaginamos que por el cerebro de Bendaña se desataba una tempestad de ideas encontradas ante el terror de ir a parar a la cárcel. Su residencia era su cárcel. Eso significaba la pérdida del empleo por incapacidad de acudir al centro de trabajo y la pérdida de posición social. A decir verdad, las opiniones de la sociedad eran adversas a él y a sus dos socios Álvaro y Hugo. Para la justicia formaba parte de un trío que conspiró para estafar y defraudar a personas, entre ellas unas monjitas, interesadas en aumentar su capital. Tampoco nadie preguntó por qué tenían tanta plata esas monjitas, que deberían estar dedicadas a la caridad y ayudar más bien con ese dinero en obras sociales. Por lo visto el encierro desesperó a Bendaña y el temor de ser enviado a presión lo llevó a violar la institución del arresto domiciliar.    El sostenía que no confiaba en la justicia nicaragüense.  El prefirió huir. Ahora está girado por la Interpol, aunque es probable que esa agencia se haga de la vista gorda y deje a Bendaña, ciudadano norteamericano, disfrutar de su libertad en EEUU.

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