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Martes 06 de Septiembre del 2011 Edición No.5045
OPINION
José Torres Morales
¡La biblia, manantial para la vida cristiana!
Los nicaragüenses con gran fervor y devoción rinden culto a San Jerónimo doctor.
Durante el mes de septiembre los católicos nicaragüenses, dedican especial devoción a las tradicionales celebraciones en honor a San jerónimo, doctor de la Iglesia Católica.
La Ciudad de las Flores, Masaya, cuna nacional de folklor nicaragüense, se caracteriza por realizar las fiestas de religiosidad popular más extensa del país. Fiestas en donde el fervor religioso se pone de manifiesto a través de celebraciones muy particulares, con singular devoción, a una milagrosa imagen, a la que se le atribuyen miles de sanaciones, igual número de favores recibidos, victorias alcanzadas, etc.
Son tantos los milagros que es imposible poder recopilar los vivos testimonios que dan autenticidad a la maravillosa intercesión de San Jerónimo a favor de los fieles católicos. Del mundo, la algarabía y goce espiritual de nuestro pueblo da riendas sueltas a su tributo a tan venerada imagen, a través de manifestaciones culturales de ancestral tradición, los alegres sones de marimbas, el vibrante sonar de los populares chicheros, el estallido de bombas, cohetes, los chispeantes toros encohetados, el infaltable toro venado del pueblo, las vistosas danzas y las ancestrales procesiones por las calles de la ciudad en donde se unen en comunión espiritual, pobres, ricos, obreros, artesanos eminentes autoridades, profesionales, blancos, negros en fin todos los extractos sociales unidos en un común denominador, la fidelidad a su santo patrón, San Jerónimo Doctor.
De acuerdo a los archivos de la historia católica, San Jerónimo, es el cuarto doctor de los originales santos doctores de la iglesia Latina. Nació en el año 347 en estridon (Dalmacia-Italia)
Se constituyó, en el padre de las ciencias bíblicas, y traductor de la sagrada biblia al latín, como presbítero dejó gigantescas huellas para guiar a los católicos del planeta, Fue un santo varón de vida ascética, eminente literato, incansable promotor de la vida monástica, se le considera el padre de la iglesia latina, que dedicó más tiempo al estudio y propagación de las sagradas escrituras por el mundo, Después de muchos años de arduos estudios y trabajo en Roma, se convirtió en secretario del papa en el vaticano destacándose por el dominio de varios idiomas, lo que le permitió traducir la biblia al latín. Obra que permitió propagar las sagradas escritura por gran parte del mundo.
De Roma se fue a vivir a Belén en donde se estableció por largos años, en esta santa ciudad, escribió varias obras, centrando su principal interés en las ciencias bíblicas, trabajo con gran interés por el bien de la iglesia Católica. Murió en el año 420 en Belén en perfecta santidad.
La Iglesia Católica, rinde tributo e este santo doctor el 30 de septiembre de cada año. En Nicaragua, se profesa una especial devoción a “Tata chombo” doctor de los pobres, en el pacífico los masayas son los ancestrales fieles devotos de esta venerada imagen. Con el correr de los años la tradicional veneración se traslado a la costa Caribe nicaragüense, los blufileños han acogido con inmenso fervor esta fiesta de religiosidad popular, desde luego en Bluefields, las celebraciones se visten de original sabor al ritmo del folklor costeño, en donde la fe y la alegría de este gente manifiesta su devoción con gran fervor.
El matinal de vida que heredó San Jerónimo a todos el cristianismo se resume en las siguientes frases sagradas:
“Ignorar las sagradas escrituras es ignorar a Cristo Jesús”
“Conocer e interpretar las sagradas escrituras es aprender a conocer a Cristo que es la vida de los creyentes cristianos”.