por Xanthis Suárez G.

EN EL DIA DE LOS FIELES DIFUNTOS, PLEGARIA ESPECIAL POR MI PAPÁ

Una plegaria especial elevo al Padre celestial, por medio de nuestro Señor Jesucristo, en este día de los Fieles Difuntos, por todos los difuntos, por las difuntas, por mi papá, en especial, que yace en su última morada en el Cementerio Oriental. Dios nuestro, tenlo en camino a tu gloria, perdona sus pecados y dale el perdón y el descanso eterno.

EMIGDIO SUAREZ SOBALVARRO (q.e.p.d.)

Recordado papá, esto mismo pedí ante la imagen de Jesús Sepultado en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario –nombre que también llevo-, en Guatemala, Templo de Santo Domingo de Guzmán, el pasado 31 de octubre, cuando acudí a pedir por mi salud y la de toda la familia; cuando fui a rogar auxilio para tanta gente damnificada por los estragos provocados por las lluvias intensas en las últimas semanas en Centroamérica; invoqué el nombre de nuestro creador para clamar sabiduría para nuestros pueblos de Nicaragua y Guatemala, que el próximo 6 de noviembre, debemos elegir a nuestros gobernantes y la lista de peticiones se extendió para pedir misericordia para mis colegas y amigas enfermas, triste recuento, pues hace solo dos semanas, sepultaban a una colega de Honduras y hace pocos días, nos confirmaron el cáncer en una colega de El Salvador y otra en Nicaragua, además de otras amigas que enfrentan un cáncer maligno con estoicismo. Dios no abandona y confío en que escuchará mis oraciones.

A propósito del Día de Difuntos, di una vuelta por el cementerio general de Guatemala, en donde las flores se expanden en venta a lo largo de cuadras y cuadras, recordé que ahí descansan los restos de Tía Mencha, de Sor Ana, fallecida hace algunos años en El Salvador y trasladado sus restos a la capital chapina, en donde hay un mausoleo de las Hermanas Vicentinas, congregación a la que ella perteneció –dicho sea de paso, el 29 de noviembre, será su cumpleaños, mismo día de mi hijo-.

Las flores en el país de la eterna primavera, están adornando las últimas moradas de miles de personas y triste recordar que posiblemente, otras miles no recibirán ninguna flor, ya sea por la ingratitud de sus deudos que olvidan a sus ancestros o por el temor que embarga, como decía una amiga chapina, que los identifiquen con un muerto por causa del crimen organizado o las víctimas del femicidio cuyo autor después decidió suicidarse. Para estas personas, junto a una plegaria por Usted, pido un descanso eterno.

Hoy al igual que en muchas partes, los cementerios estarán muy concurridos, habrá misas, celebraciones eucarísticas, habrá que pedir no solo por el descanso eterno, sino porque quienes les sobreviven, llenen permanentemente su corazón de amor, por quienes les dieron la vida o engendraron, por quienes llevan su misma sangre o tuvieron un significado en nuestras vidas. Cuando digo esto, papá, recuerdo a todos nuestros familiares, hombres y mujeres; recuerdo a nuestros amigos y amigas, que se nos adelantaron en el viaje a la eternidad.

Ayer me alegre de leer una “Sobras de PES”, de Paúl Emigdio, su hijo varón mayor, cuando le escribía desde Arizona, y sentí una total identificación con él, por qué yo también lo he soñado vivo, lo he visto vivo, diciéndonos qué hacer con su Bolsa, con esa idea que nos legó, con su herencia principal de trabajo; lo he visto reporteando, departiendo conmigo en un restaurante y “regañándome”, si…diciéndome que debo hacerlo mejor. Esa fue su lección siempre, “las cosas o se hacen bien o mejor no se hacen”. Pues en ese intento estamos permanentemente, para su orgullo. Estoy culminando mis labores parlamentarias y en enero cuando cumpla sus 17 años de partida, le contaré el final de un nuevo deber cumplido y si logré editar la número 100 de la BOLSA DE MUJERES, ya publiqué la 99.

Si puedo papá, interceda siempre por su descendencia que crece y crece, ya viene en camino el primer hijo de Kriss, será segundo nieto de Marjorie; pida por nuestra salud física y espiritual, por nuestra unión familiar, por el éxito de sus nietos y nietas, pues ya sus hijas e hijos, vamos caminando con los males propios de la edad que no se detiene, mientras mi mamá, su Mariel, todo lo contrario, ya parece nuestra hermana y no mamá.

Jesús Sepultado, Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Guatemala.

Venta de flores en las afueras del Cementerio General de Guatemala.

Nos vemos en el cementerio, le llevaremos sus flores en medio del tiempo nublado y las tristezas de otros, que hoy mismo están sepultando a sus seres queridos, Usted, reciba mi afecto filial siempre hasta que lo alcance y reanudemos las tertulias que ya en sus últimos años, pudimos disfrutar con la bohemia. Saludos a la familia que ya le acompaña.

SEÑOR, DALE EL DESCANSO ETERNO A NUESTROS FIELES DIFUNTOS!!!

Con amor,
Xanthis
(su primogénita)