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Vargarruiz´s Close Up

COMO SER UN LATIN LOVER

Mauricio Garcés distrajo nuestros exhaustivos días de estudiante de arquitectura en las calurosas o extremadamente frías calles de Monterrey, México; con una serie de películas en que representaba al macho latino, un amante locuaz e incansable, poseedor de una virilidad solo comparable a los dioses Aztecas. Imagen que  albergaban buena parte de las mujeres usamericanas,  sobre todo las de la tercera o cuarta edad. Acapulco se convirtió en el recinto sagrado de esa búsqueda de la efímera compañía obtenida a cambio de la manutención del productor de placer en medio de un azulado mar de esculturales cuerpos masculinos cuasi desnudos, bajo la mirada ansiosa de dichas damas, detrás de sus espejuelos y debajo de  pequeños ranchos para protegerse del sol. Ah! …y un nuevo cóctel que florecía por doquier: el MARGARITA.

 

Eugenio Derbez,  heredero de ese cine y criado en la principal cadena de televisión mexicana, ha trabajado con la comedia por largos años y maneja la equivocación y el doble sentido de las palabras, así como la emoción humana trastocada, a su antojo, vive con el melodrama sarcástico. Él es en sí mismo un melodrama cotidiano cruzando a la misma hora la Alameda para desayunar en Sanborns, frente a la Torre Latinoamericana.

 

Este film es como un largo remake de sus anteriores series televisivas, como “La Familia Peluche”, adobada con un poco de sensiblería latina,  un rosario de gags y algún mensaje edificante relacionado con la reconstrucción de la familia. Sin embargo aunque es un pastiche no deja de tener el valor de elementos comunes con la comedia usamericana  actual que le ha dado el éxito de taquilla en los USA y contradictoriamente también en nuestro país.

 

Mencionamos la actuación de Salma Hayek, como Sara la hermana de Máximo (Derbez), por lograr el personaje de una congruente latina en Los Angeles. Y la bien lograda y cruel actuación de uno de los símbolos sexuales de mi generación; la entrañable Raquel Welch. Y quien le da frescura, naturalidad y sentimiento creíble al film; la actuación del niño: Raphael Alejandro.

 

Los latinos, no vendíamos  al mundo inteligencia o tecnología, vendíamos sexo, placer. Y, luego drogas  y armas y más sexo. Y parodiando a las famosas mafias del mundo, creamos nuestros carteles y fuimos los señores de los cielos y Teresa pudo entrar al paraíso por sus tetas. Y, Comala, se fue diluyendo por los pasillos de la historia real con sus muertos y fantasmas y… ahora qué vendemos…siempre nuestra carne?... Juan Preciado tiene la respuesta!

 

 

Rafael Vargarruiz

 

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