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Los comerciantes y las agencias publicitarias ya iniciaron la época navideña en toda Centroamérica. Las grandes y pequeñas tiendas comenzaron con la venta de juguetes sofisticados, arbolitos navideño, luces multicolores, calzado, ropa, figuras de Santa Claus, nacimientos, música, villancicos…O sea que, también tratan de avivar la magia a la Navidad. Sin embargo, lo peor es, que miles de pobres no se sienten parte de esta celebración.

A más de 70 días de la Noche buena y la Navidad, es bueno el optimismo cuando los mercaderes hacen cálculo con sus ábacos antiguos o maquinitas modernas que arrojan números de ventas mejores que en 2010. Todos hablan de que esta temporada buscan consolidar un crecimiento de ventas arriba del 12% en relación con el año pasado. Algunos menos codiciosos esperan la temporada formal de ventas a partir del 15 de octubre, “pero que en realidad es en la segunda semana de diciembre cuando alcanza su punto máximo de compras”.

Cómplice de publicistas y comerciantes, aparece reforzando, carteles que dicen: “Viva hoy y preocúpese de pagar mañana”. Apenas finalizamos septiembre, y cuándo aún la gente escapa de la lluvia, los locales comerciales ofrecen productos navideños, aunque no se percibe el olor a pino, manzanilla y canela que son característicos de la época. Debemos también decir que de la adelantada Navidad es aprovechada por miles de hombres y mujeres que sobreviven de la economía informal.

AGUINALDO

No olvidemos que en el mundo occidental a las personas la alegría de la Navidad y Año Nuevo les vienen acompañadas con la emoción del AGUINALDO, que es un ingreso extra recibido como recompensa al esfuerzo durante los 12 meses del año de trabajo. Pero al AGUINALDO hay que cuidarlo porque hay que sacarle el “jugo”. Hay que planear con cuidado su destino. Hay que evitar la temida “cuentas de enero” por no saber administrar las finanzas.

Antes de la Navidad debemos empezar por responder: ¿Cuánto debo? ¿Qué necesito comprar? ¿Cómo andan mis ahorros? ¿A cuánto asciende mi presupuesto? Claro que no es sencillo encontrar de inmediato las respuestas. Por eso, entonces, vale la pena invertir un “tiempito” para meditar en ello y hacer una planificación seria. La riqueza no se debe convertir en una alegría fugaz. El AGUINALDO es un ingreso adicional.

Plantando un ABEDUL frente a su casa, me dice mi amigo Hernán Barrios Carrillo, -con maestría en economía en la Ñico López, de Cuba- “el AGUINALDO no debe tomarse como algo seguro o fijo ni disponer de él antes de recibirlo. Lo recomendable es distribuirlo sabiamente bajo las normas de una previa planificación o un presupuesto, hay que pensar en ahorro, pago de deudas, compras inteligentes o cubrir gastos de fin de año”.

Barrios Carrillo, que también es periodista señala “muchas veces la publicidad crea una presión social para que un deseo sea percibido como necesidad. Hay personas que se endeudan durante el año y al final pagan con su aguinaldo”. No hay duda que las fiestas de la Navidad son las más esperadas del año. Pero tampoco hay duda que empezar el año sin compromisos económicos es el mejor regalo de la Navidad.